El Casco Viejo

Lo encontré de casualidad. No hay nada por lo que destaque especialmente. Es un bar típico de Madrid decorado con mucha baldosa blanca y de color formando mosaicos y mezclada con fotos toreras. La oferta está formada por raciones y tapas. Me gustó especialmente el vino tinto D.O. Ribera que tienen aquí. Hasta el punto en que me tomé 3 rondas y al terminar con los otros sitios en los que estuve, volví a tomarme otro más. La cerveza de barril es Cruzcampo.
Camareros típicos. Ambiente de pre salida de copas. Lo mejor y con diferencia es la carta y su traducción al inglés. Muy buena con las «rations» (raciones), el «Rioja style chicken» (muslos de pollo a la riojana) o «ham mountaineer» (jamón serrano).

Este es el típico bar de Chueca por el que todos hemos pasado sin saber cómo se llama; de hecho tuve que buscarlo cuidadosamente hasta que lo descubrí en uno de los múltiples carteles de su interior. La decoración está a medio camino entre lo madrileño castizo y lo andaluz, y en sus cámaras ves queso en aceite y algunas otras cosas deliciosas que no tienes seguridad de querer comer porque tu salud es lo primero, pero lo que más mola son sus camareros.
La noche que estuvimos nosotros eran un par de personas que bien podrían haber conformado el Dúo Sacapuntas o los Hermanos Calatrava, pero bien. También podemos llamarlos «Poli Bueno-​Poli Malo». El bueno, detrás del mostrador, se afana porque no tengas falta de nada, por dejarte claro que no te está echando y por cobrarte con premura; por contra, Poli Malo se parece precisamente a Paulie, el de «Los Soprano», tanto en aspecto como en comportamiento: se le ve de corazón noble pero medios drásticos, como cuando su voz cruza el bar a gritos para decir cualquier cosa o como cuando entra un politoxicómano drogodependiente a pagarse un bocadillo y le acompaña «amablemente» (nótese la ironía en mis palabras) hasta la puerta porque si le deja entrar hoy, volverá mañana.
Como etapa intermedia en una noche por el barrio está bien, pero si te quedas demasiado rato corre el riesgo de convertirse rápidamente en una película de Almodóvar.

Creo que nunca en mi vida habría entrado aquí por mi propio pie. No sé porqué, pero el bar como que no encaja en lo que es el resto de la Plaza de Vázquez de Mella, aunque definitivamente sí lo hace con lo que es el resto de la calle, donde se ubican otros similares como El Respiro o El Tigre.
Sin embargo, es de esos que te dan una buena sorpresa cuando llegas. Pedimos unos tintos de verano y unos cañeos varios y después cada uno un bocata. El mío era de calamares, porque yo es ver «calamares» y desearlos de inmediato. Y he de decir que para mi sorpresa, era caro (creo recordar que cinco euros) pero estaba delicioso.
Por otro lado, he de decir que el camarero me pareció la persona más seca de buenas a primeras. Pero a ver, imagino que si cuando ya tienes el bar medio vacío te entran cuatro personas a beber como si no hubiera un mañana y a pedirte comida, la cosa no te hace mucha gracia. Eso sí, luego el tipo se lo curró a fuego: «ponme dos cañitas chiquititas» le dijo uno de mis amigos y el tío le plantó dos vasos de chupito con cerveza. Yo estuve a punto de caerme del taburete de la risa que me entró, y me di cuenta de que no era seco, era más bien… de gesto serio.

Five stars for being one of the only places we could find open at 7:30 am in Madrid. As we already know, the Spanish are not early risers.
But here, at El Casco Viejo, the fresh pastries, churros, café con leche and ALL tapas, charcuteries and bocadillos are at the ready for us even at an absolutely ungodly hour. Oh, and booze too! Can’t forget the Licor de Hierbas.
Three cheers for the laid back, neighborhood vibe atmosphere, eating standing at the bar, and the jamón that launched — at least for me — a thousand glistening, fatty, gorgeous pork ships.
Salúd!

This place was pretty disappointing. The food wasn’t that great and the prices were pretty high. We ordered:
— gamba al ajillo/​garlic shrimp for 10 euros — not flavourful at all
— jamon y queso plate for 25 euros — the jamons were all dried out
— 1 litre of sangria for 18 euros — it was meh
Our total was about 55 euros and we were nowhere near being satisfied.

Este lugar esta en muy buena locación. Tomamos algunas cañas y bueno algunas tapas también (recuerdo que comimos unas ricas croquetas, no me pidan que recuerde mas!!!). el servicio eso sí muy bien, rápido y eficiente.
Hay lugares en los que hay tanta pero tanta gente que no se puede ni hablar, pero en este bar la verdad que el ruido estaba algo balanceado y dejaba que dos o mas personas se pudieran comunicar civilizadamente.
La verdad no recuerdo que mas comimos, pero lo que si recuerdo es que la pasé muy bien y eso es lo que mas cuenta no? :)

In English:
The original plan was to eat at El Tigre right down the street, but upon arriving at the establishment, we were turned off by the massive crowd inside. Inside, we opt for El Casco Viejo. It was still crowded, just not as much.
We ordered meatballs, beef tripe, Chorizo, Spanish ham, anchovies in vinegar, tortilla, and garlic prawns. When I was naming the items, the waitress had a surprised face by the fifth item. I should have known that this was an indicator that we order too much food! The four of us were beyond stuffed and we had leftovers that unfortunately we could not take home. Everything was very good, but some items were salty for my taste (although other foods in Spain were way more salty than this place). We had four sangrias and 3 beers to wash it all down.
This is more of a bar than a sit-​down restaurant, but the food is still delicious. It was our first experience at a tapas bar in Spain, and we were satisfied. We were so full that after walking 15 minutes back to the hotel, we walked up the stairs to our room on the seventh floor.
En Espanol:
Comimos albondigas, tripa, chorizo, jamon Espanol, boquerones, tortilla, y gambas al ajillo. Teníamos mucha comida para cuatro gentes! Se bebían cuatro sangrías y tres cervezas. Todo fue muy delicioso, pero algunos eran demasiado salada.