El Bodegón del Molinero

Este lugar me reafirma en mi tesis de que, si estás en una etapa pobre (considerándose etapa como un período que abarca desde 2 días hasta una vida entera) hay alternativas BBB a las malignas y perversas franquicias. Es el caso de El Bodegón del Molinero, típico bar de barrio en el que lo que menos me gustó fueron las tapas (un panecillo con foie gras y otro con ensaladilla rusa de menestra congelada) pero en el que hay muchas raciones baratas y decentes. Pedimos un cazón en adobo que resultó ser mucho mejor que en la mayoría de los sitios en los que lo he tomado en Madrid, incluso gaditanos. No es que lo probase con los ojos cerrados y me sintiese caminando descalzo por la playa de la Caleta, pero el aliño era bueno y la fritura no estaba mal.
También pedimos unas croquetas de cabrales que me imaginaba más fuertes de sabor pero estaban cremosas. Podíamos haber comido muchas más cosas que nos llamaban la atención, pero para ser martes nos pareció suficiente gordura. Ya iremos un viernes a ver qué tal ese cucurucho de salchipapas o esa pizza de york y queso por 2.75 € que me tiene intrigadísimo.
Lo peor: la cerveza de grifo es Alhambra Especial. Mira que importar lo peor de Andalucía…

Me ha costado dos años encontrar un bar de barrio en mi barrio que me pareciera decente pero puedo decir que por fin lo he logrado. Es pequeño, con unas tres mesas y una terraza en el exterior más grande y lleno de extrañas ofertas, todas muy económicas que van desde una pizza por algo más de 2 € hasta una tapa de migas por 1,3 €. Se nota muy familiar, de esos que sobreviven gracias a una clientela fiel entre la que se encuentra familia y amigos de siempre. La carta es extrañísima y puedes encontrar desde croquetas de cecina hasta dim sum de gambas. Las raciones son pequeñas pero baratas, por lo que merece la pena para probar varias cosas. El cazón en adobo, a 5 € la ración, es, de momento, el mejor que he tomado en Madrid, palabra de gaditano. También probé las croquetas de cabrales (5 €, 6 unidades) a las que les faltaba algo de potencia.
En definitiva no vas a tomar el plato de tu vida pero es justo lo que esperas de un bar de barrio, comida aceptable, trato amable y precios económicos.

Situado en pleno barrio de Pacifico, en la confluencia sureste de Retiro, nos encontramos este bar de barrio de toda la vida. Tipo taberna, pequeño y funcional en su interior y lo que destaca de el es la excelente terraza que monta en su exterior en los meses cálidos. La cerveza es simplemente deliciosa. Alhambra tirada con calidad en supremas jarras heladas, degustándola al sol de primavera. Detallazo para los que nos gustan los perros es que si vas con el tuyo, también le sirven agua en un cuenquito. Este detalle me encanta. Y por supuesto, tapas para elegir también tienen para ampliar la experiencia

El otro día andaba por la zona de Conde Casals con mi hermana y nos metimos en este lugar a comer.
Como comprendereis siendo la una vegana y la otra vegetariana pues nos suele resultar bastante dificil comer en la mayoría de los lugares. Encima ese día no disponíamos de mucho tiempo para andar buscando.
Entramos aquí porque ponía que tenían tablas de patatas, aros de cebolla y berenjenas. Y poder comer tres pinchos diferentes en un bar español cualquiera ya es un logro. Las berenjenas iban rebozadas con huevo, con lo cual yo solo pude comer de dos.
La camarera fue bastante amable y nos trajo unas aceitunas de entrante porque pensó que «eso si que lo podíamos comer», todo un detalle!
Pero bueno, en general no me gustan este tipo de bares típicos españoles en los que el olor a fritanga llegar a revolverte el estómago y la tele siempre esta encendida con algun programa chunguero sintonizado.

El otro día pedí una caña, y una tapa de cecina de León y os aseguro que estaba buenísima, vamos que al final acabamos pidiendo otra caña con otra tapa. Este mesón tienen mucha variedad en tapas, y en raciones, mucho donde elegir a la hora de salir de tapeo, es importante conocerlo, ya que no es caro, la tapa de cecina te cuesta 3 euros, y una cazuela de callos con garbanzos 3 euros, y también los he probado y os los recomiendo, ya que están muy buenos.
Pero lo que más me gusta de este bar, es que tiene terraza en la calle, pero es de esas de plástico verde que tienen tres paredes, por lo que se puede fumar dentro y en invierno te ponen setas para que estés más caliente, y te dejan una manta para que te arropes con ella en caso de necesidad, lo único que tienes que hacer es pedirla al camarero, y el señor muy amable te la deja, y cuando te vas se la devuelves, no me digáis que no está bien pensado.
Dependiendo del camarero el trato será mejor o peor.