El Apartamento del n° 5

Decoración única y ambiente acogedor, con buenos sándwiches y ensaladas y un trato encantador.

Hemos salido de los cines Golem y nos hemos venido aquí, que ya habíamos estado y nos había gustado. Hemos tomado gnocchi, ensalada Mae West, los sandwich Billy Wilder y Gary Grant. Estaba todo muy bueno. Hemos terminado con una tarta de zanahoria casera que no estaba nada mal, aunque no es como la de mi hija.

Me gusta mucho el homenaje que le hacen en este local a la película de Billy Wilder: el lugar en sí parece un apartamento de los sesenta, con dibujos basados en momentos del film por toda la pared y referencias en la carta a sus protagonistas. Sólo les faltaba que el camarero se pusiera a escurrir espaguetis en una raqueta. Con empapelado al fondo y sillas bajas, el ambiente agradable se completa con dos camareros muy correctos y eficientes. Dicho esto, es normal que sea uno de los locales en los que más apetezca entrar antes o después de ver una película en los cines que hay en frente y eso es lo que hicimos.
Sin embargo, lo que pedí no me gustó demasiado y me pareció un poco caro. Como eran las seis, sólo servían tartas, así que pedimos la de zanahoria: un bizcocho muy bueno, tengo que decir, pero una porción de bizcocho al fin y al cabo y que costó unos 4,5 €. Lo peor fue el chocolate caliente que pedí y que no me gustó porque eran polvos disueltos en agua, tal cual (3,5 €). Deberían ofrecer colacao o nada antes que esta infusión polvorienta, porque supuso una decepción. Entiendo que la zona sea cara, pero no me pareció que mereciese la pena el precio a pagar. Como el bizcocho estaba bueno, es posible que el resto de la carta también lo esté, pero de momento ésta ha sido mi impresión.

Si vas al cine a los Renoir Princesa o a los de Martín de los Heros (¡o a los Golem!), generalmente suele apetecer –a no ser que vayas con el tiempo pegado– tomarse algo antes de la peli. ¡E incluso comer algo rápido! Con esa idea nos acercamos a El Apartamento del nº5, para comer algo ligerísimo y luego proceder a ver una peli prácticamente enfrente.
El sitio tiene una mini terraza que está fenomenal, y ahí es donde nos sentamos (aunque al final nos dio pena no habernos metido dentro, que hacía una rasca…). Pedimos algo de beber y luego un sándwich para compartir y unas croquetas. Algo híper rápido, que no queríamos perdernos la peli.
La carta tiene muchos nombres relacionados con el mundo del cine, lo que me pareció muy apropiado, y todo tiene muy buena pinta. Cuando llegaron las viandas, no obstante, no pude evitar sentir una pequeña decepción con respecto al sandwich, demasiado pequeño y un poco soso para mi gusto… ¡y para el gusto de mi cartera, que no era barato! Las croquetas estaban mejor.

Salí del Renoir Plaza de España deseosa de comentar la película que acababa de ver. Llovía, hacía frío y buscábamos un lugar cercano en el que picar algo, tomar algunas cañas y resguardarnos del mal tiempo y así fue como llegamos a El Apartamento.
Cuando lo ves desde la ventana que da a la calle, y también cuando entras, lo que más llama la atención es su acogedora decoración. Además, a pesar de ser pequeño, el local cuenta con diferentes estancias por si quieres tomar un café, una copa o comer.
Una vez sentados, la carta tiene cierta inspiración cinéfila, con platos llamados Sofía Loren, Federico Fellini o, como no podía ser de otro modo, Billy Wilder y Jack Lemmon. Sin embargo, más allá de eso, encontramos la carta algo escasa. Tienen platos para compartir, ensaladas, un par de platos de pasta, un par de sándwiches y otro par de hamburguesas. Nos costó bastante decidirnos por algo, pero finalmente pedimos unas croquetas especiales (de gulas, anchoas y pimiento, chorizo, morcilla, cecina…) y una cazuelita de huevos rotos con jamón. Todo muy rico, pero quizás escaso.
El lugar está bien para ir a tomar algo (un café, un licor, un cóctel…) y picar alguna cosa que lo acompañe, pero se queda escaso para almorzar o cenar.
Aún así, una buena opción para tomar una caña a la salida del cine.