El sitio favorito de mi mujer, comida y servicio excelentes a un precio más que razonable
Andrés G.
Classificação do local: 4 Getafe, Madrid
El nombre de Pedro Larumbe es sinónimo de buena cocina, sin duda. El 38 de Larumbe hace mérito a ese nombre. Cocina de mercado, con una carta variada y recomendaciones del día. Me pareció curioso que de muchos platos se pudieran pedir medias raciones para poder probar más cosas. Como es habitual en restaurantes de cierto nivel, tras pedir las bebidas te sirven un aperitivo. En este caso era un pastel de cabracho y una sopa fría de espárragos blancos que me sorprendió mucho. De primero tomamos una ensalada de láminas de pintada y unas croquetas cremosas de rabo de toro. Las croquetas para llorar de lo buenas que estaban, sabrosas y melosas, una delicia. De segundo un lomo de merluza con berberechos y plancton y unas cocochas al pil-pil con un huevo cocinado a baja temperatura. El sabor a mar de la merluza con el plancton era una delicia, se notaba sin matar el resto de los sabores. En cuanto a las cocochas, un pil-pil perfecto que casaba a la perfección con el huevo. De postre un cheesecake cremoso en copa y una mousse de tiramisú. La mousse suave y delicada, el cheesecake cremoso y sabroso sin empalagar. El servicio, como no podía ser de otra manera, muy atento y cordial. Estamos hablando de un restaurante tal vez no para todos los bolsillos, aunque hay ofertas por internet que lo hacen un poquito más cercano a todo el mundo y un capricho de vez en cuando no está nada mal.
Fer A.
Classificação do local: 4 Madrid
Aprovechandome de todas las promociones al alcance del click en esta era digital, estoy intentando acostumbrar a mis padres, cuyo soporte económico para estos menesteres resulta primordial, a salir de los restaurantes de la ruta sota, caballo y rey. Así pues, en este caso, a raíz del cumpleaños de la Mamma busque y busque hasta que me decante por este gastro-bar y restaurante que tenía buenos comentarios y opiniones. Llegue el primero en un día horrible de invierno, que como broma pesada climática se está alargando demasiado, y me recibió un embriagador aroma a trufa. Soy un enamorado de este manjar. Estaban en el mes de la trufa y tenían un menú degustación especial. Se empieza a comer por los sentidos y mi olfato ya estaba activado. Al poco llegó mi familia y nos sentaron en una bonita mesa. La decoración es sobria y elegante, mantelería y cubertería de calidad. Amplios ventanales para aprovechar la luz natural que sin embargo, el lobriego tiempo dejó demasiado tenúe la iluminación del salón comedor. Los entrantes tenían mejor entrada al ojo que al paladar. Pedimos: Pulpo Templado con Mazapán salado de Pimentón y Tirabeques encurtidos y Migas Extremeñas con Huevo asado a baja temperatura, laminas de Ibérico y Uvas De principales pedimos: Pluma Ibérica Encacahuetada acompañado con Cuscús de Verduras, estaba deliciosa. Muy buen sabor de la carne, hecha en su punto y dandole el acompañamiento una vuelta de sabores bastante ligero. El Solomillo de Buey con Mostaza de Hierbas al Oloroso que pidió mi padre estaba a la altura de las expectativas. Una buena pieza de carne hecha en el punto solicitado, aunque la salsa no era necesaria para sacar más rendimiento a una materia prima excelente de por sí. El boborroncio de mi hermano pidió la Trilogia de Mini Hamburguesas(Japonesa, Iberica y Argentina). No puedo decir que estuviera malo, pero es imposible a estas alturas de primavera alcanzar las cotas de brillantez que restaurantes especializados ascienden como estandar cotidianamente. Yo me pedí un steak tartar de punto de picante en 7,5 y 8 cortado delante mío que estaba para untar pan y mojar. ABSOLUTAMENTEINIGUALABLE. Los postres, para aquellos afortunados que llegan, venían adornados en una campana de caramelo más decorativa que funcional, y que a las alturas del condumio al que ibamos ya se hacia indigestible. Pidieron Conos rellenos de Chocolate con texturas y sorbete de mandarina que decían que estaban ricos. El café solo correcto. La cuenta ascendió a 35 € cabeza con copa de vino y aperitivos. Con promoción. Ponle unos 40 por cabeza. Nada descabellado para la materia prima, atención y nivel de cocina. Apuntado para volver.
Mariajose M.
Classificação do local: 4 Las Rozas, Madrid
En uno de los mejores sitios de Madrid, el último piso del ABC de Serrano, con vistas a la Castellana. Puedes cenar o tomarte una copa, en un buen ambiente. La cena estupenda, tienen una carta, no muy amplia, que funciona como un menú para el restaurante de la terraza, a 37 euros más el IVA. Cenamos muy bien, recomiendo la pluma ibérica, el bacalao y los rollizos de pato. Los postres tenían todos muy buena pinta. Buena carta de vinos, Buen servicio y rapidez. Volveré
Laura C.
Classificação do local: 4 Ciudad Universitaria, Madrid
Fuimos a probar su «menú exquisito» por el pez mantequilla que me apasiona… nos sentaron en la mitad bistró del restaurante, y nos recibieron con un aperitivo(que siempre es un punto que desde el ppio marca diferencia). El trato del servicio adecuado sin pasarse, perfecto. Al final m decanté por pedir de carta dos medias raciones: ensalada de bogavante(chapeaux) y steak tartar de segundo, preparado al momento en mesa, a tu gusto de picante(de 10!!) lo presentan con patatas chips y con tejas de pan de ajo. Mi acompañante se encargó de probar el menú: tartar de pescado y tataki de pez mantequilla, ambos«exquisitos», en consonancia a su nombre. De postre crema de cheese-cake con frutos rojos. Cubierto: 37 €. Volveremos seguro!
Sergio C.
Classificação do local: 5 Madrid
Pedro Larumbe vuelve a reinventarse. Desde su rincón del Paseo de la Castellana, ya sea en el antiguo edificio de ABC o en su vecino junto al museo de Escultura al Aire Libre no hay menú que no esté para relamerse del gusto. Ahora ha inaugurado ‘El 38 de Larumbre′ en el local donde hasta hace unos meses tenía un restaurante gourmet y lo ha dividido en dos: un restaurante de cocina de mercado y un nuevo gastrobar para tapas y raciones. Me ha encantado el Tataki de pez mantequilla, que es un plato delicioso; y de entrada pedí ensalada de tomate, cebolla y lechuga y me sorprendió que usan tomatas de Calahorra, por lo que su sabor es increíble y como son tan grandes, parece que comes un filete. El Steak Tartar lo preparan junto a la mesa y todo se puede pedir en media ración. El servicio es extremadamente amable y los camareros realmente se desviven para que no falte de nada y que estés muy a gusto. Un pero, que el baño sea de uso para una persona nada más, por lo que toca esperar si lo usa alguien. El resto, chapeau.