El otro día me invitaron a comer en Don Lay, un restaurante cantonés y es la primera vez que voy a un chino y la mitad de los comensales son orientales. Me dijeron que probase los dim sum, unos mini bocaditos típicos y estaban increíbles, la ternera con champiñones también estaba riquísima.
Juan D.
Classificação do local: 4 Madrid
Siguiendo las indicaciones de un reciente artículo publicado en uno de los grandes medios de prensa escrita nacional, nos juntamos un heterogéneo grupo de personas dispuestas a probar la cocina cantonesa real, a ver si había redaños de terminárselo todo sin poner caritas. Tras un principio un poco tenso en el que no parecían muy dispuestos a servirnos nada que no fuese arroz tres delicias y pollo al limón, la encargada nos rescató y se ofreció a prepararnos una degustación de su comida típica junto con otros platos más occidentalizados por si alguien no gustaba del exceso de vísceras. Entre estos últimos nos sirvieron un arroz delicioso(no era tres delicias pero muy similar), unos dim-sum de gamba, una calabaza china asada, unos espárragos con carne(aunque yo diría que era riñón o hígado), y unas empanadillas de ternera con picante estupendas. Pero el plato fuerte(y nunca mejor dicho fueron las especialidades): de la ensalada de medusa y pepino puedo decir que no me gustó el pepino; sin embargo, la textura de la medusa cocinada no es para nada lo que imaginas y sabe a lo que le eches, así que ni tan mal; el intestino delgado de ternera con jengibre era muy picante, pero aceptable; el intestino grueso de cerdo con verduras era curioso, como estar comiéndose un chicle de sabor a gorrino; las patas de pollo con picante, estupendas contra todo pronóstico visual; y las lenguas de pato un descubrimiento, aunque lo de tener que chupar los huesecillos se me hizo un poco raro a pesar de que lo hacemos continuamente con el pollo y no nos pasa nada: el maldito abismo cultural. En cuanto a los postres, nos pusieron batata roja frita(una patata frita de toda la vida), y dos muy ricos y muy similares: pan de yema cocido, que es masa de pan rellena de yema y azúcar y puesta al vapor, y arroz aglomerado con yema y coco, que estaba teñido de verde y podría convertirse en el pilar fundamental de mi dieta sin pensarlo demasiado. En cuanto al local, es un antiguo asador(donostiarra o similar) donde se han limitado a tapar la heráldica anterior con pegatinas con motivos orientales y han puesto un hilo musical de esos de masajista tailandesa(yo no lo sé, me lo han contado). El servicio es muy correcto y la encargada es majísima y habla mejor castellano que tú y que yo(«Sí tengo medusa, me la han servido esta mañana»), y la cuenta fue bastante menor de lo que yo pensaba que sería, habida cuenta de lo mucho que comimos y bebimos todos. No voy a decir que sea un sitio para ir habitualmente porque, aunque esté todo bueno, creo que nunca nos acostumbraríamos del todo; sin embargo, sí lo recomiendo para probar cosas que, de otra manera, jamás probaríamos.
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
Tenía muchas ganas de probar el Don Lay, porque más de un millón de veces me habían comentado que estaba genial. Y ya que está cerca de mi casa y aprovechando que un amigo estaba libre para comer haciendo una visita de trabajo muy cerca, pensé que era el momento ideal. Pues no, no era el momento ideal porque necesitaríamos haber ido más relajados, que al final terminamos preocupadísimos de lo que tardamos en comer. No es una crítica, porque la comida estuvo deliciosa y merecíà la pena la espera, pero ojalá hubiese sido fin de semana: hubiésemos disfrutado mucho más de los manjares sin necesidad de estar con un ojo puesto en la hora. Llegamos y lo primero que nos sorprendió fue el local en sí: está bastante lejos de ser un chino como los que estamos acostumbrados, porque está enclavado en un antiguo asador, y todavía tiene algunos rasgos del negocio anterior. Lo que más me sorprendió fueron esas mesas de piedra que tienen pinta de pesar un quintal. Acostumbrados a la celeridad de los chinos, pedimos un menú degustación por 20 €. Fue una gran elección, porque comimos de todo: pato, cerdo, rollitos, empanadas chinas, dim-sum y lubina con salsa de soja. Ah, y un arroz que nos trajeron después de todo y que no entendimos muy buen: ¿se suponía que teníamos que comerlo al final? ¿Se les había olvidado traerlo con anterioridad? Ni idea. Decir que nos costó un poco comunicarnos con los camareros, porque aunque nosotros nos hemos forjado la reputación china en el Ni-Hao, donde la camarera solo te dice cosas como«Sí», «No» o «Tú occidental, tú eso no comer». Pero mientras que allí son más lanzados, aquí son más retraídos y hablan como si tuvieran prisa. Algo que se nos hizo difícil de entender. Sin embargo, el menú estaba bueno y el servicio fue magnífico. Volveré seguro, segurísimo, en muy breve espacio de tiempo. Ah, y es comida china cantonesa, que creo que es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados. Lo único que no me gustó fueron los postres: una bola de arroz que no son santo de mi devoción y una bola morada recubierta de coco(que no me gusta en absoluto) que era como estar comiéndose un Furby. O un Teletubbie.
Giusep
Classificação do local: 4 París, Francia
En este restaurante chino no espereis farolillos rojos, ni dragones dorados ni cuadros de cascadas y/o música del país. En este restaurante, bastante grande, por cierto, antes era un asador y se conserva parte de la decoración. Especialidades cantonesas, nos podemos encontrar con un hojaldre de carne hecho a mano, un pato laqueado preparado al carbón, los canelones de carne asada y gambas con camarones secos a la plancha, los dim sum de gambas, los tirabeques con panceta adobada por ellos mismos y salsa de soja. Fuera de la carta hay platos tan atractivos como el molusco abalone, la medusa, el pepino de mar, las vieiras secas o los huevos milenarios. No nos podemos quejar en exótico. Lo único pendiente que tiene la jefa, Shichang, conocida familiarmente como Nieves, su asignatura pendiente es la presentación de los platos, pero está en ello y se pondrá en manos de algunos de los chef’s que vienen a su restaurante. Las sopas recomendadas son, sopa de pollo negro, sopa de pato que sirven en una tetera ó sopa de raices naturales. Un plato interesante y también muy recomendado es el ‘confit de pato con ginseng’. Buén provecho. Desconozco los precios. Ver la web.
Susana I.
Classificação do local: 4 Madrid
Uno de esos chinos que son chinos de verdad. Aquí puedo traer a mi amigo de Londres que siempre protesta de que no te tenemos en Madrid ningún sitio decente donde comer pato crujiente porque según él, ninguno de los chinos de Madrid tienen comida tradicional china. Bueno, poco a poco vamos descubriendo chinos de verdad o al menos eso creemos porque que yo sepa ninguno de los dos hemos viajado todavía a China.
Iruma B.
Classificação do local: 3 Madrid
Buscando chinos por mi barrio encontré este. Mire en su pagina web y me sedujo desde el primer momento, las fotos de sus platos, sus menús a precio mas o menos razonable, pero sobre todo que ofrecía otros platos diferentes a los que estamos acostumbrados. En cuanto tuve una oportunidad fui. Tienen dos menús degustación uno mas barato creo q por unos 30 euros y el otro mas caro por unos 50. El mas caro es porque tiene mas marisco. Nosotros, como somos pobres, pedimos el mas barato y estaba muy bueno pero tampoco tanto como me había imaginado, aunque si que lo recomiendo por probar otro tipo de platos chinos.
Ginebra T.
Classificação do local: 5 Madrid
Unas amiguitas me descubrieron este lugar. ESPECTACULAR. Un chino cantonés de lujo, no es especialmente caro pero si más de lo normal, pero es el chino de los chinos. Mariscos cortados por la mitad presentados en bandejas enormes, un pato delicioso, verduras chinas de morir, pescados de todo tipo, mmmmmmm Lejos del centro, sí, eso es verdad, pero es el chino de medio lujo que más más mola.