La sala Dink, se trata del antiguo Soma, a todos aquellos que disfrutaban de las sesiones de techno de la capital, se acordaran del lugar. Se trata de un local un poco pequeño y con varias plantas, algo cutre por supuesto pero con encanto. Uno de los fallos que tiene es la excesiva temperatura que puede hacer dentro y el exceso de gente que puede haber en algunas ocasiones. Tiene unas catacumbas en el interior por decirlo de algun modo, que era una seña de identidad del lugar. Predominantemente se puede disfrutar de sesiones techno en su interior. Lo mejor: el techno Lo peor: el local, bastante cutre.