De María

All of the locations for De Maria are really good, the staff varies of course but for the most part very friendly. In my option the absolute best thing on the menu is the Lemon Chicken, it is cut in such a way that gives you both dark and white meat in one large piece it’s always grilled perfectly. It’s enough to share with someone along with a side dish. The Steak is good but not my favorite and the pasta dishes are good but once again not my favorite. I would suggest this place to anyone. And if you like olives they have some of the best in town, so go to the bar for a beer and ask for olives as your tapa. Just delicious.

The food was great, and a very resonate price but there was one particular waiter who was extremely unpleasant and really made us uncomfortable, he never return to check on my table instead he moved on and sent another waiter to assist us other than that I really enjoy the experience Jonathan whose is the waiters name came to save the situation

We found this restaurant walking around the neighborhood. We ordered the menu of the day. The amount of food was good for the price. The chorizo was great, mixed salad was a mixed salad, the short rib was cooked well, and the chicken was good too. Both entrées were lacking seasoning. For dessert we had the panna cotta and dulce de leche ice cream. The menu included a beverage and you can also choose beer and wine. The service was good, but not great. Overall this place was good, but I don’t see myself going back anytime soon.

Everything we ordered was amazing! The paella was cooked to perfection, the lemon chicken was juicy and seasoned perfectly, the ravioli was delicious, and the steak had a nice flavor. This restaurant should not be missed in Madrid!

If you like good food, don’t hesitate, certainly when you love a good piece of steak. The meat is wondeful ! Sorry, for the fishlovers but you will not find anything. The menu is offering starters, salades, pasta, meat and dessert.
Price is not so cheap, but in pace you get apero, cava digestiondrink and tiny free dessert included. Typical spanish service can be get with a smile but you’ll have to show it first.

De María es uno de esos lugares a los que da gusto ir, volver y volver a ir otra vez.
Sirve para comer los sábados con la familia política o el jueves por la noche con amigos mientras huyes de los atestados locales de moda que hay por la zona, sirve para una reunión más formal de trabajo, pero sobretodo sirve para disfrutar muchísimo de lo que comes.
Aquí he podido degustar con alegría y jolgorio maravillas como el solomillo, la entraña, el lomo alto y el lomo bajo, sin contar con mi adorado chorizo criollo con chimichurri (por favor, que le dediquen un monumento a esta maravilla gastronómica). También los muchas veces ignorados vegetarianos pueden comer algo en De María: yo recomendaría las verduras a la plancha, que son un prodigio de ternura a la brasa y alguna ensalada, aunque aquí varía ya la tolerancia al huevo, salsas y otras combinaciones. Es cierto, eso sí, que no es lo ideal para los amantes del vegetal. Para los carnívoros, sin embargo, es parada obligatoria.
El precio no resulta del todo barato, pero es que el producto tampoco lo es. Bien es cierto que, si no comes mucho, puedes salir contento por unos 15 €, con vino incluído, por no hablar del menú más que digno que proponen a mediodía (unos 13 €)
El local con luces tenues y manteles blancos resulta muy agradable, al igual que el servicio. Además, agasajan a los comensales con un cava inicial, un sorbete de mango de postre y licores de fin de fiesta, detalles todos ellos que se agradecen en estos tiempos donde, en muchos sitios, te cobran hasta el saludo.
Este es el local que, por zona, mejor me viene casi siempre, aunque creo que cuentan con nueve en Madrid, algo diferentes entre sí, por lo que he oído.

La comida está bastante bien, pero tampoco para volverse loco. Bastantante carete para lo que se puede encontrar hoy día en este tipo de retaurante. Eso sí, la atención de 10.

This was the greatest restaurant we went to in Madrid. I ordered the Lemon chicken and it was beyond amazing. The chicken melted in my mouth and was so incredibly flavorful. The atmosphere was so warm and welcoming. Very fancy looking. Phenomenal service and incredibly delicious food. I wish we weren’t leaving in 2 days because I would SERIOUSLY like to go back here for that delicious moscatel wine and lemon chicken. ¡Perfecto!

We found this place by wandering aimlessly from our hotel. We were still suffering from jet lag and were still a little disoriented but our waiter so very patient and kind. The meal was truly amazing. Delicious salads and pastas, large portions, and a magnificent dessert. English spoken.

truly great meal here. we were out walking around after midnight, and we passed a lot of places closing up for the night before finding de Maria. from our table outside we watched the roller skaters and flatland bmx guys do tricks in the square. the waitress recommended a bottle of white wine (20euro) that was excellent. we started with an arugula salad, with big sheets of cheese and pear slices. dinner was the best grilled chicken i think i’ve ever had, with all the fatty bits, topped with a delicious glaze. one of the real standout meals that i had in Madrid and a great date.

Nunca había entrado en un restaurante De María hasta el pasado viernes y eso que hay varios en Madrid. Sobre todo conocía este de la calle Hortaleza porque siempre paso por delante, había oído que era muy pijo y que Esperanza Aguirre venía a tomar el aperitivo, así que no me atraía lo más mínimo. Pero el viernes vino mi amiga Mamen por la noche, queríamos ir a picar algo y todo estaba lleno, así que nos decidimos a entrar y, la verdad, fue una buena idea. Todo me gustó: el local bonito, el ambiente agradable, los camareros amables y generosos y la comida rica. Nos sentamos en unos taburetes, en torno a una mesa alta junto a la barra y pedimos unas raciones para compartir, pero además nos invitaron a unos sorbetes de mango deliciosos y a unos chupitos al final…
Ayer venía a cenar un amigo bastante pijito, así que decidimos llevarle a De María porque sabíamos que le gustaría. Y desde luego que le gustó, tanto como a nosotros. Cenamos en una mesa redonda, en un ambiente aún más tranquilo y agradable que el viernes junto a la barra. Pedimos unos entrantes para compartir y un plato cada uno, algunos pasta, yo carne que por algo es la especialidad aquí. Para no variar, también en esta ocasión nos agasajaron de manera exagerada, pues nos invitaron primero a unas cremas de verduras de aperitivo, después a los consabidos y riquísimos sorbetes, y por último a los postres: unos vasitos de panacotta deliciosos y unos bombones de dulce de leche… No sé si esta es la costumbre aquí, pero desde luego se agradece, pues a todo el mundo le gusta que le inviten y, además, así se reduce el precio final de la cuenta, que no llega a ser tan alto como cabría esperar.
En fin, después de visitar dos veces este restaurante en sólo cinco días, debo decir que me tiene rendido a sus pies. No sé si es que me estaré volviendo pijo o qué, pero seguro que pronto volveré.

Hay que reconocer que la carne al corte argentino es deliciosa, siempre que sea de calidad y esté bien preparada. Bueno, pues éste es el caso. Cuaquier parte de la ternera que te pidas estará buena.
Recomiendo encarecidamente las mollejas en el caso de que te gusten. Y si no las has probado por aversión y te lanzas a ello, éste es el sitio. Además, lo puedes acompañar de un buen vino.

La franquicia de restaurantes De María es probablemente la cadena más reconocida de comida argentina en Madrid, donde cuentan con siete sucursales. He visitado un par de ellos pero al que voy con más frecuencia por su calidad, comodidad y ubicación es el que se encuentra al final de la calle Hortaleza.
El lugar es amplio, al entrar se encuentra la barra con la parrilla por detrás, más adelante un salón alargado repleto de mesas. El olor a carne es penetrante, lo primero que uno hace es voltear instintivamente a la parrilla –llena de chorizos y morcillas– para descubrir que es lo que huele tan bien. Personalmente recomiendo sentarse en la barra si uno va sólo o en pareja, es inmejorable la sensación de ver como se cuece en la parrilla el corte pedido y en seguida devorarlo.
La carta no es muy variada, básicamente carnes, pastas y ensaladas, además de los típico entrantes argentinos, empanadillas, provoletas, chorizos y morcillas. Hay muchas opciones para vegetarianos como distintas verduras a la parrilla, aunque claramente este es un restaurante para carnívoros.
De María, como lo mencioné antes, me parece un lugar ideal para comer sólo y sentarse en la barra, comenzar con un chorizo, una empanadilla o ir directo por un corte, entraña, asado de tira, ojo de bife. Todo acompañado por una cerveza Quilmes o un buen tinto. Las pastas y ensaladas para otro día.
Cuentan con un menú en la barra por 12.50 todo el día.