Classificação do local: 4 Court-St.-Étienne, Belgium
We wanted to try something new and this place was perfect ! Right next to my place, it couldn’t be best situated. The personnel was really kind and they even offered us one digestive mojito without alcohol. I was wondering what kimchi was and I am sure I am never trying that again(this thing stinks!) but my boyfriend thought it was delicious. I opted for the avocado and cucumber salad, which I thought was safer and it turned out amazing !!! The prices are affordable(i am a student and I got a starter, main course and 2 beers — asahi beers) I am definitely going back with my roommates(if I can convince them).
Javi G.
Classificação do local: 4 Madrid
Es un minúsculo coreano de barrio regentado por una señora muy simpática. Nada que ver con los coreanos que se ven ahora por el centro o los sitios de ramen, es más casero, más de andar por casa. Podemos decir que es una casa Pepe pero coreano. La comida es muy variada, platos coreanos y makis para quien quiera algo más japonés. La elección es difícil, te aconsejarán bien y también en función del picante que aguantes. además del kimchi y las carnes, hay que probar los cuencos con arroz y verduras que tienen como un socarrat muy rico. Lo malo del sitio es el fritangueo, acabarás oliendo A cocina en media hora. Barato, más caro que un chino, pero diferente.
Sergio C.
Classificação do local: 4 Madrid
Pequeño restaurante coreano sin pretensiones de lujos pero sí con el objetivo de servir cocina tradicional por y para la comunidad coreana madrileña. Y es que sus dueños han preparado una carta(que también se puede encargar o para que te la lleven a casa) donde hay muchos más platos típicos que los clásicos bibimbap, bulgogi o kimpab. Lo recomiendo sobre todo para los que quieren probar cosas diferentes como el Bulgogi Tokboki(ternera y pasta de arroz con salsa de carne), el Tangsuyuk(cerdo frito en salsa) o el Dakgangjong(pollo frito con salsa de soja y miel). Eso no quiere decir que no haya el resto de cosas, claro, como las sopas o los platos de arroz. Además es también un restaurante japonés, con una buena carta de sushis, makis, etcétera. Aunque yo destacaría los postres japoneses. Me encantaron las trufas de té verde. Además, tienen la clásica pasta de arroz rellena de soja roja así como helado de sésamo. No es excesivamente barato pero tampoco obliga a un gran desembolso. Alrededor de 25 € por persona, bebida incluida. Me encantó el detalle de la dueña de servirnos un té de limón por cortesía al final de la cena. ¡Estaba riquísimo!