Hay dos espacios en contraluz, dos mundos conectados por una escalera. En cada uno de ellos habita un profesional del arte de la enmarcación. Uno en la faceta artesanal, el otro en la comercial. Abajo la sala de máquina, arriba la cabina de mando. Javi es el artesano, el manitas de la madera, el mago del cristal. En su taller vestirá el grabado, el cuadro, la lámina que previamente pasó por arriba. Allí, visible desde el escaparte de cristal de su fachada, Gigi y tú habréis elegido el marco y el color del passepartout de fondo que casa mejor con la obra. Como marca de la casa o signo de distinción respecto a otras tiendas del sector, realizan enmarcaciones en pequeñas cajas de cristal. También venden los accesorios para colgar cuadros mediante hilos metálicos verticales. Cuando te pases a recoger tu encargo verás como la enmarcación resalta el contenido. Y no sólo ponen bastidores, también tienen obra de artistas contemporáneos por precios asequibles. Te recomiendo el lugar. Yo enmarco con asiduidad en contraluz. Son buenos, pero no hacen milagros. Un día llevé una foto mía en blanco y negro. Cuando la recogí, seguía desenfocada y negruzca. No controlo todavía las tomas a contraluz