Centro Deportivo Municipal José María Cagigal

Este centro lo conocí en verano hace unos 5 años. Buscaba una piscina en la que pudiera estar con mi peque, en la que él se pudiera mojar un poco, sin peligros, que tuviera buenas zonas de sombra… y le voilà!!
Desde entonces, los días calurosos de verano que me quedo por Madrid, vamos a remojarnos allí un rato.
Tiene tres piscinas exteriores, la de competición (la de nadar), una mediana que está genial para cuando aprenden a nadar y la charca, que le llamo yo, que es donde los más pequeñitos disfrutan de verdad y sin peligros. La charca tiene una zona de sombra bastante amplia para que el niño de tu vecino no te restriegue el helado de chocolate por la toalla, aunque esto nunca habría que descartarlo.
El único handicap que tiene este centro es que si no tienes coche, el autobús no te deja en la puerta y tienes que ir con el carrito o andando con los niños un ratito.

En las pistas de tenis de este polideportivo, también conocidas como las del Cuartel de la Montaña, situadas entre la Casa Campo y la Ribera del Manzanares, he estado diez años consecutivos sin conocer la derrota.
Sus pistas rápidas se adaptan a mi juego felino en la red. Saque y volea. El año pasado se rompió la racha, fue una derrota humillante. Jugué con mi amigo Noël, número 2 en su día de Kigali. Esto equivaldría a un 2000 de la ATP, así que yo vacilaba, bueno, estaba convencido, de que podría disputarle el partido.
Resultado: 6 – 1, 6 – 0. El juego de la honra se lo hice aprovechando un parón en que fue al baño. Aún así tuvo ventaja al servicio. Me puse tan nervioso ante la posibilidad de hacer un juego al número 2 de Kigali, que hice cuatro dobles falta. Menos mal que se quedó encerrado unos minutos en el baño y pude terminar el juego en la red, como los grandes.
Además de pistas de tenis en buen estado, el complejo tiene dos estupendas piscinas, de verano e invierno, que no están muy concurridas al no estar bien comunicado por metro y autobús.
Si vais a jugar al tenis, alquilad las pistas más retiradas de la M-​30, donde el ruido es menor. En los puntos importantes, es necesario el silencio para conectar un ace.
¡OUT! ¡Bromea o qué, la bola entró!.