Carrefour Market

Pensé que nunca iba a comentar el Carrefour del barrio pero es que al final tiene una parte de mi corazón jajaja. Hago lo posible para comprar en pequeño comercio y en grandes superficies, al final el equilibrio existe.
Este Carrefour mola, no sólo porque es grande y tienes un montón de cosas sino porque al final allí es una especie de lugar para encontrarse, ligar, ir con pistas horribles, hacer cola y hacerte amigo de alguien, esconderte de otro al que no quieres ver. A mí me encanta hacer la compra con calma, después de yoga, a horas que no debería estar abierto, porque me relaja jajaja. Me divierto leyendo todas las mierdas que nos intentan meter en el cuerpo y a final tardo la vida escogiendo.
Lo que me gusta más de este Carrefour es su «gentrificación» absoluta con el barrio. Tiene un montón de cosas de otros países, se están poniendo las pilas con el tema de intolerancias y la comida hecha está aceptable! Ahh y la panadería me salva de muchas cosas :) Eso sí, por favor, dueños del Carrefour, no se suban a la parra con los precios, gracias!
Lo mejor los descuentos que siempre me dejo en casa jajaja

Verdaderamente, sólo acudo a este sitio acuciada por el horario y las circunstancias, siempre que puedo lo evito.
Por una parte, la higiene es deficiente, a veces huele mal y los carritos donde llevas la comida tienen restos pegajosos. Al encontrarse la frutería muy cerca de la entrada, agobia un poco decidir qué cantidad te llevas de casa mientras pasa justo al lado la gente que acaba de llegar.
De pescados sólo hay dos productos: Panga y pota. Fin. A cualquiera que proceda de un sitio costero se le saltan las lágrimas.
De carnes y embutidos se aprovisionan mejor, pero tampoco llega al nivel de otros establecimientos.
En cuanto a la fruta, Carrefour nunca ha destacado en este aspecto, por lo que no me extraña que fuera de las peras, manzanas, uvas y plátanos, poco haya.
Hablando de la organización, la cola va deprisa pero en las cajas apenas hay espacio donde colocar los productos que vayas a comprar.
Recomendación: La carne, el pescado y la fruta, mejor en mercados tradicionales, y reservar este sitio sólo si buscas otros artículos como yogures, quesos o alimentos precocinados.

Este Carrefour es una de mis principales fuentes de compras de alimentación junto con algunas otras tiendas del barrio, pero como soy muy vago y me pilla de camino entre el gimnasio y mi casa, suele ser donde termino entrando a comprar de todo.
Me gusta particularmente esta cadena entre todas las demás que hay por el barrio (otras tres más) porque tienen mayor variedad de productos, entre los que puedes comprar producción local e incluso muchos alimentos biológicos que raramente encuentras fuera de tiendas especializadas. Por esa parte todo muy bien.
Lo malo es que hace poco les ha dado por ampliar el local con una planta nueva, cosa que dudo que necesitara y que viene promovida ante el avance popular de su competidor más reciente en la zona, y desde que han empezado las obras se ha convertido en un auténtico caos. Para empezar, ahora tienen unas cajas pequeñas donde te recomiendan encarecidamente que pagues si no vas a hacer pedido para casa, y les da igual que les digas que todo lo que llevas no va a caber porque te siguen encareciendo: el resultado es que tus compras más blandas resultan aplastadas y la cola se hace eterna porque vamos todos lentísimos al ser tan complicado maniobrar en un pasillo tan estrecho y con mostradores tan pequeños.
Por otro lado, la nueva organización carece de bastante sentido y es un sindiós encontrar las cosas; los enormes espacios vacíos entre las neveras de productos frescos me dan la razón en cuanto a que no necesitaban más sitio, y con lo que tarda el ascensor en llegar te dan ganas de irte a la competencia aunque los productos me gusten menos, ¡si es que la tengo debajo de casa!
Sinceramente, ardo de ganas de que terminen las dichosas obras y todo vuelva medianamente a la normalidad, porque ahora entro ahí una vez por semana y salgo echando demonios por la boca.