Bingo Canoe

El Canoe es una mezcla entre sala de juegos y casa de apuestas. Entre toda su oferta tiene poker, bingo, ruletas… y más máquinas con otros juegos.
También hay una sección en la que puedes sentarte a tomar algo y ver en la muchas pantallas que hay algún evento deportivo determinado. Claro, ya que estás ahí uno acaba pensando… ¿por qué no apostar un eurillo a cualquier cosa?¿Al perro nº 3 de las carreras de galgos por ejemplo?
Por lo tanto no funciona sólo como sala de juegos y casa de apuestas, sino que también puedes quedar con los amigos a tomar algo y ver cualquier evento deportivo, ya que funciona como bar.

Lo reconozco: me gusta el poker. Y parece ser que soy bastante bueno, además, por lo que no han sido pocas las tardes/​noches que me he venido aquí a echar unas partidas de poker para poder costearme las salidas nocturnas a costa de algunos jubilados que iban a jugar y a dejarse su jubilación sin tener mucha idea del tema. Obviamente, también hubo días en los que me fui con pérdidas pero, por lo general, cada vez que iba volvía con más dinero de con el que entraba. Para entrar a la mesa había que pagar 20 € (lo que para mí entonces era un auténtico pastizal), por lo que no me podía permitir ir siempre que quería. Con esos 20 € tenías además derecho a una consumición, por lo que solía caer un copazo que te sentaba de lujo mientras jugabas y en el que podías ahogar las penas si perdías. Por desgracia, quitaron la mesa de poker y yo dejé de ir.
Pero no sólo tenía poker este Bingo, que es enorme, sino también bingo, apuestas, ruletas, tragaperras y blackjack, además de un montón de pantallas en las que te ponían los partidos más variopintos que pudieras imaginar, ofreciéndote la posibilidad de apostar a ellos. Además, la oferta de restauración era bastante buena, con pinchos a un euro riquísimos, por lo que, aparte de la oferta lúdico-​ludópata, también se convertía en una buena opción para ir a ver cualquier evento deportivo.
Como dije, yo solía ir casi siempre a jugar al poker y, por desgracia, quitaron la mesa que había, por lo que perdí interés por ir. Una pena, la verdad.

Me encanta y me asquea a la vez el ambiente de los casinos, bingos y casas de apuestas. Entre la tensión reinante puede olerse el terror, la alegría y la emoción contenida. En estos sitios todo el mundo es muy profesional, hasta los clientes. Y si no te lo crees, prueba a entablar amistad, no te digo ya ligar, con alguien… lo más qiue conseguirás es que te dedique un minuto entre cartón y cartón.
En fin, el Canoe me gusta porque, desde que han hecho una sección de apuestas deportivas, puedes tomarte una coca –cola en su bar y ver cualquier partido del mundo. Y oye, que está entretenido jugarse 5 pavetes a la Liga Belga cuando tienes un ratito libre… si es que te gusta el fútbol de forma enfermiza, como nos sucede a algunos.

Quien piense que el bingo es una cosa para jubilados, está mayoritariamente en lo cierto, pero tengo que confesar que mis amigos y yo tenemos una tradición desde hace años, por la que todos los jueves nos reunimos en el Canoe a tomarnos unas copas y jugar unos cartones. La razón no es otra que las copas son muy baratas y de buena calidad, y encima te puedes llevar un premio suculento. ¿Ludopatía y alcoholismo todo en uno? Culpable. Pero esas noches de los jueves acaban siendo divertidísimas, y muchas veces entre semana te invitan a la primera copa. Se que hay infinidad de bingos de barrio que serán más baratos (me refiero a copas y comida, los cartones siempre valen 2 euros), pero el Canoe es de los más grandes de Madrid (si no el más) y siempre hay gente, por lo que los premios son mucho más atractivos. También puedes comer y cenar bastante bien por un precio excelente. ¿Qué más se puede pedir?