Baztán

Odio poner menos de tres estrellas a los negocios, porque la verdad es que eso significa que mi experiencia ha sido bastante mala. Y me atrevería a decir que Baztán bien se las merecía si no fuese porque su camarera supo torear más o menos el temporal, se mantuvo correcta e incluso porque nos sirvió con una sonrisa. Pero voy a hacer una pequeña lista con los fallos que, a mi juicio, tiene este local:
1) No tiene aire acondicionado dentro, o si lo tiene lo disimula muy bien. En pleno agosto, con la terraza a tope, decidimos sentarnos dentro, y casi desfallecemos.
2) El tinto de verano viene con una pajita tipo cuchuflito de batido /​helado de Benidorm /​heladería chunga. Y lo peor no es eso, que no deja de ser un poco hortera, es que los pelos del espumillón de Navidad vienen metidos DENTRO del tinto de verano. Y yo, que no soy nada escrupuloso, admito que me dio un pelín de reparo.
3) Tienen una tarifa (alti)plana de 2,75 €. Las cervezas costaron eso, así como las cocacolas y los tintos de verano. ¿La parte buena? Que para acompañar te traen unas tostas. ¿La mala? Que no están tan buenas como para tocar el cielo y no pensar, al ver la cuenta, que estás pagando cada bebida a precio de barril de Brent.
Aun así, la camarera fue muy maja y nos atendió muy bien, algo que suma puntos. Pero si por lo demás fuera…

He estado en dos ocasiones, y si la primera no me pareció mal, en esta ultima ocasión me fui bastante agobiado y asqueado por el calor insoportable que había en el local. Pagar casi tres euros por una cerveza y tomartela agobiado de calor no es muy placentero.

Bueno, pues había que rematar la faena y entramos aquí. Para mi gusto algo agobiante, por el calor. Eché de menos el aire acondicionado. Y un poquito más fríà la cerveza… Este verano es caluroso, pero no lo hagamos más, por dios!
La verdad es que por lo menos había sitio para todos, sin problema de espacio, por lo que se puede considerar para reuniones o primeras cerves antes de salir por la zona.

Me reafirmo en que el Baztán es un OK, y de ahí no pasa.
No entiendo muy bien que no tengan aire acondicionado y que sólo aprovechen la terraza para darle algo de aire fresquito a sus clientes. El detalle de las tostas «by the face» sigue siendo un punto a favor pero claro, lo que ya no es un punto tanto a su favor es que cobren las consumiciones en «tarifa plana» a 2’75 euros como si estuvieras en la terraza del Dos de Mayo cuando en realidad estás dentro del local, como ya he dicho, sin aire acondicionado.

Tengo unos amigos que son muy sibaritas del vino, y en alguna ocasión me han llevado a este lugar. Ellos se piden unos tintos de esos que yo soy incapaz de valorar, y yo me pido algun vinito dulce que es lo que a mi me va (si es dulce me gusta!). Por cierto, tienen algunos realmente ricos!
Nunca he comido aquí en plan serio, solo picotear algo con la bebida. Pero los platos que tienen son típicos de la zona de la maragatería, justo alado de mi tierra, con lo cual seguro que no puedo comer casi de nada. Las aceitunas están muy ricas (jejeje).
El sitio tiene buen ambiente, los camareros son correctos y la música suele ser jazz agradable y a buen volumen, aunque si vas más por la noche, puede que te encuertes algo más electrónico tipo house.