Ofrece raciones generosas en tamaño, la más sabrosa la de oreja a la plancha, y menús del día por ocho euros. En su interior cuenta con un espacio amplio que a veces se hace pequeño por la cantidad de gente que hoy. Arrastra la fama merecida de ser un lugar de referencia en el barrio de Aluche, ya que el sitio sin ser caro su fuerte no es el precio. Cuando llega el buen tiempo, cuenta con una amplia terraza ideal para tomarse algo las noches de verano. A destacar el servicio de atención al cliente. Habitualmente me muevo en mi bicicleta plegable, me la robaron una vez frente a una residencia de ancianos, y por eso siempre procuro meterla a los bares y cafeterías que frecuento. En una ocasión que estaba lleno, el personal del bar hizo lo imposible para buscarle el espacio, a pesar que les insistí en que la podía atar a una farola cercana. Otro motivo más para ganarme como cliente.