Comida en ATACLUB, restaurante situado al final de la calle Velázquez, justo debajo de The Hall, con quien comparte ubicación. Bajando unas escaleritas se accede a una sala abierta y amplia, con un olivo en el medio y una pequeña barra a la entrada. Decoración clásica en tonos crudos y grises, mesas altas y bajas vestidas con su mantel de lienzo blanco, menaje de buen nivel y separación correcta. Ambiente pijo y un poco«pureta» como corresponde a la zona. Domingo a mediodía y el comedor con media entrada, incluida una alta autoridad del Estado celebrando discretamente un cumpleaños en una mesa justo a nuestro lado. Dos adultos y una peque. Carta de tipo mediterráneo con los platos de moda: ensaladilla, croquetas, tartares, huevo poché, etc. Además nos informan de que los domingos tienen un menú de 20 euros(y 12 euros el menú infantil) con muy buena pinta, que fue lo que al final pedimos. — Aperitivo de anchoa ahumada de parte de la casa. Buen detalle. — De entradas: un salteado de unas tiernas habitas con unos mejillones(naturales) de buen calibre; y tomino, que es un queso italiano de pasta blanda de leche de cabra, hecho a la plancha con champiñones, aromatizado con una ramita de tomillo. — De segundo arroz a banda para dos, servido en su paella al centro de la mesa, cargadito de tropezones, con un buen fondo y con el punto adecuado del cereal. — El menú infantil consistió en unos tagliatelle con tomate natural y un tierno escalope de ternera con patatas. De postre una fina tartita de manzana con helado de vainilla. Todos los platos servidos en raciones abundantes y muy sabrosos, bien elaborados y excelentemente presentados. Estaba todo tan rico, que nos terminamos todos los platos y salimos rodando. Carta de vinos amplia y un poco subidita de precio(precio bodega x 2). Apostamos sobre seguro y, obviamente fuera del menú, pedimos un tinto Retamas del Regajal 2012, servido a su temperatura, que estaba extraordinario. Servicio de escuela de hostelería, preguntando, retirando platos y cubiertos y sirviendo cada cosa a su debido tiempo. Así sí. Pagamos 72 euros, una RCP extraordinaria. Por este precio no se puede pedir más. Sin duda volveremos otro día a probar otros platos de la carta porque en este sitio se come muy bien y además entienden de hostelería.