Asturianos

Folks, this is a wonderful, delightful spot in a very quiet neighborhood. The food has authentic soulful flavors, nothing contrived or made without careful prep and execution. I highly recommend Breton mussels in a rich, complex tomato broth.
I made the trip here largely due to the vibe of the wine program. Oh my, Alberto has exciting and amazing wines to offer you (btg, the each course). He has local wines sure but he had super good wines from all over Iberia. Let him handle your libations. You won’t regret it.
And the Flan is to die for.

Classic Madrid restaurant with mama cooking.
Absolutely wonderful food with the best Service.
Will definitely stop in on our next trip to Madrid!

Me quedé con ganas de pedir más, así que ya os podéis imaginar cómo es el nivel del sitio. Acabábamos de salir de una obra en los cercanos Teatros del Canal y, como acuciaba el hambre, allá que nos fuimos a picotear algo. Yo nunca había estado en el Asturianos, así que cuando entré y vi que era poco más que una habitación, me quedé muy sorprendido. Aunque no tanto como viendo el dinosaurio de juguete que tienen en la puerta de entrada, pero eso es otra historia…
Total, que luego me enteré que tienen una parte trasera con unas poquitas mesas, pero muy muy muy poquitas. Una cosa manejable y accesible, y con una pinta increíble.
Tomamos un vino portugués, porque por lo visto aquí son expertos (e importadores). Estaba espectacular, y eso que en el terreno del vino yo soy bastante conservador, y siempre tiro para casa, a no ser que sea vinho verde, que eso es mi absoluta debilidad.
La copa de vino iba acompañada de unos embutidos muy ricos, y dimos buena cuenta de ello hasta que nos decidimos a pedir un poco de picoteo, aunque tampoco nos prodigamos mucho. Tomamos una cecina de León que quitaba el sentido, literalmente, y que estaba riquísima y tomamos también una especie de revuelto de trompetas de la muerte (setas) que estaba divino. Eso sí, venía con el huevo levemente frito y estaba espectacular (igual que las setas, que estaban de categoría).
Sitiazo.

Local pequeño y angosto.
Cocina tradicional sencillamente espectacular, tanto por la calidad de los ingredientes como por la elaboración.

Ayer, pensando en cenar de picoteo en una terraza, al final nos decidimos por ir a ASTURIANOS, ya saben, la tasca «fina» de los hermanos Fernández Bombín en la calle Vallehermoso, a la que no habíamos vuelto desde este invierno, en el que recordaba haberme tomado unas verdinas con marisco impresionantes. En primer lugar, advierto que mi opinión puede estar un poco mediatizada porque me encanta este sitio y estoy un poco predispuesto a que me guste todo. Dicho esto pasamos a describir el ágape. En primer lugar decir que siendo martes en pleno «ferragosto» quedaba una sola mesa libre en la terraza, que nos aprestamos a ocupar (buena señal, el negocio les sigue funcionando estupendamente). Todo a compartir, pedimos unas sardinas marinadas con salmorejo, con una carne firme y sabrosa, totalmente desespinadas y desescamadas, con una salsa de mojar y mojar, excelentes. A continuación, por recomendación del camarero unas setas de cardo con ajitos y jamón que, a pesar de no ser temporada, tenían una textura suave y esponjosa, y también estaban deliciosas. Por último, unos mejillones bretones en salsa picante, más pequeños que los tradicionales gallegos pero muy sabrosos, la salsa realzaba el sabor del molusco y estaban tiernísimos, parecían berberechos en vez de mejillones. De postre un mouse de chocolate con sal maldón, con un sabor sorprendente, nunca pensé que el chocolate con la sal maridase tan bien. Para beber un blanco Esporao, un vino portugués del Alentejo excepcional, servido como mandan los cánones y en copas de calidad (son importadores de vino y se nota). Mantelería y servilletas de tela. Servicio de muy buen nivel, las raciones servidas una detrás de otra, con el correspondiente cambio de platos y cubiertos. Todo esto, más un café con hielo, salió por 67,95 euros, que me parece un precio adecuado para el nivel de la comida y el servicio, lo que nos obliga a seguir yendo a este sitio y recomendarlo.

Demasiado caro sin motivo. Chorizo a la sidra rico, pero no más del que te puedas encontrar en la sidrería Balmori y en muchos otros sitios. Ídem con las croquetas y las albóndigas, que resultan inexplicablemente caras y además vienen en tacañas dosis.
El local es agradable y de aspecto interesante: casero, antiguo y recoleto, pero resulta un envoltorio engañoso para unos precios de diva y un minimalismo en las raciones que repelen. No creo que vuelva.

Curioso restaurante, cuando entras te encuentras un local pequeño con cuatro o cinco mesas donde en principio puedes tapear ¿y donde esta el restaurante? pues hay un pasillo estrecho estrecho que da a parar a un pequeño salon, donde hay aproximadamente cinco mesas y poco mas. todo muy cerrado creo recordar que solo hay una pequeña ventana
Ahora viene lo bueno que logicamente es ¿ como te dan de comer?, pues sencillamente de maravilla, aqui comas lo que comas es un acierto
Asturianos es un restaurante pequeño, pero aconsejo que vengais seguramente repetereis, vale la pena. aunque no es barato, si que vale lo que comes. un saludo amigos

My beautiful wife of 20 years and our two teens visited Asturianos after reading a Times article on where the Spanish chefs eat. I see why.
Son Alberto hooked us up. We had:
1. The sardines pictured in the article, 10 out of 10
2. Cockles cooked lightly in oil y garlic 10 The awesome bread was even more awesome dipped in this
3. Mushroom special 7 (tough to follow Les Chamignones!)
4. Asturian Stew, Creamy skinless fava beans with chorizi, ham, and blood sausage 9
5. Beef Cheeks 11, make that 100, unbelievably rich and tender
Desert — Cheese Flan, no egg, signature dessert, 11 and Runny Chocolate mousse with salt and pepper 9.5
4 glasses of wine
1 beer, it was the tap, called super bock, but it was light colored, and delish with a thick foam head, never experienced a head like it?!
3 waters
euro 117.20,
Priceless!
Towards the end, Mama came out and sat at a table across from us, classic spanish grandma. The family has had the restaurant 50 years, and she has been in the kitchen for all of them.
Muchas Gracias Dona Julia and family!
Gracias

We have been eating real good food in Madrid, but the general atmosphere of service has been terrible. I was initially not excited to come to Arzabal, for my girlfriend found it in the New York Times which claimed that the chefs of Madrid dine here. However, we have visited Arzabal which was listed in the same article and we had a great experience. Well, I don’t know about the chefs, but the food was amazing and the staff (son of the Chef, Doña Julia) was friendly, fast and helpful. No issues without reservation, on Sunday night. Did meet some tourists who also read the same article. The prices are quite reasonable for Madrid. Must try the cider marinated sardines, the spicy mussels and the fava bean stew.

Me hace mucha gracia escribir sobre este bar, porque lo conozco de toda la vida y para mí era uno más de los bares del barrio, aunque ahora se ha convertido en el paradigma de la cocina casera y asturiana en Madrid. La culpa de esto, o mejor dicho el mérito, lo tienen Alberto y Belarmino, que han sabido promocionar como es debido el restaurante que abrieron sus padres. Lo han puesto al día con un poco de diseño y lo han movido bien por los medios con una buena estrategia de marketing, así que ahora lo conoce mucha gente, que viene aquí desde otros barrios como si esto fuera el «summum». Y la verdad es que no está mal, la comida está buena y la fabada es estupenda, como todos los platos de la tierra que sigue preparando la madre asturiana. Además, la bodega es mus amplia y variada, superior a la de la mayoría de los bares, y es que Belarmino se ha formado como sumiller y ha hecho sus pinitos lanzando algunos vinos. El local sigue siendo igual de pequeño y para comer resulta un poco agobiante, pero supongo que tiene su encanto. Sin duda se trata de un buen lugar para venir a comer o a tapear y tomar un vino o una sidrina, aunque para mí sigue siendo aquel bar donde tomaba las cañas hace tantos años…