Al Jaima

Muy recomendable su hummus, pastela, tagine, tés y postres. Precio más que razonable.

No hubiera encontrado la pequeña entrada por mi cuenta, pero me citaron en «La cocina del desierto» para una cena de Navidad y resulta que me descubrieron un sitio estupendo.
Al entrar hay que acostumbrarse un rato a la penumbra, pero una vez aclimatado, lo primero que llama la atención es la zona de almohadas. Si, el ambiente es una recreación auténtica de una jaima con las telas, lámparas y mesas redondas de metal. La verdad es que podrían mejorar la iluminación al fondo, en la zona de los bancos (tanto en cantidad como en calidad). Pusimos la linterna del móvil para navegar por el tayine y el cous-​cous, pero la verdad es que toda la comida ha sido excelente, especialmente la pastela … ¡De campeonato! Para acompañar el postre recomiendo el té moruno con agua de azahar ¡otro descubrimiento! Y para cuando os llegue la dolorosa, la verdad es que la relación calidad/​precio es muy buena. ¡Buen viaje por el desierto!

Don’t usually give negative reviews, but our experience deserves it. We made the mistake (eight of us) of making reservations to this place. I’m sure the experience is much better if you don’t do that, and perhaps look more local than we did. Anyway, our table of eight arrived and was ignored a good long while, giving us plenty of time to peruse the menu and choose our dishes. When the waitress finally came, she informed us that the only menu choice available to us was the «menu del dia», which is easily the most expensive item on the menu.
Having worked in food service, I understand that there are lots of reasons a restaurant would adopt this policy, and all of them benefit the restaurant and not the customer. One of our party members, a Spaniard, spoke at length with the waitress and then the manager, but finally we were denied the freedom to choose items from the menu that sounded good to us, personally. We walked out and no one tried to stop us.
Probably I will return to try the food, because it does look good and the décor and ambiance are just lovely. I will not make a reservation, and I hope that you don’t either.

Buena relación calidad-​precio en un restaurante muy agradable.
Los entrantes de berenjena, maravillosos. Igual que el té helado que sirven. El cous-​cous y el otro segundo que pedimos estaban correctos.
El local no es muy grande y se llena rápido. Hay mesas y también hay un rincón con cuatro mesas mesas bajas, para comer en cojines.
Para volver.
Tienen dos restaurantes, este de la Calle Barbieri y otro a la misma altura en la calle Libertad, paralela.

Una de esas maravillas al paladar y al bolsillo que esconde Madrid! Porque nos gusta comer bien pero si además es barato nos gusta más o no?
Sin duda un sitio súper recomendado donde ir a comer o cenar y volver y volver y volver!!!
La cocina del desierto nos ofrece una gran variedad de platos magrebíes de los que poder disfrutar. El restaurante con aspecto de pequeña casa marroquí, te hará sentir trasladado al Magreb.
Nada más entrar posee una zona donde se puede comer en el suelo sobre cojines cosa que me encanta, o si no eres de los que disfrutan comiendo en el suelo, dentro tiene mesas más al estilo occidental.
Es necesario reservar porque puedes tener suerte y sin reserva encontrar mesa, pero yo lo he intentado más de una vez y es más fácil que te toque la lotería o que España gane este mundial, ohh wait… jeje
No puedo recomendaros ningún plato porque todos me parecen fabulosos pero si es la primera vez que vais no dejéis de probar el cus cus, la crema de berenjenas o de garbanzos, la pastela de pollo, o el tayin.
Quizás si debo poner alguna queja a este sitio (no sigáis leyendo si no queréis spoilers), es que el servicio no es muy rápido, pero tampoco horrible, y la luz del local es demasiado tenue y se ve un poco oscuro. Pero eso no hace ni por un momento que le quite alguna estrella a este sitio!
(Buen provecho) Pero no eructéis al terminar de comer que no estoy seguro si eso es verdad o solo una una leyenda urbana de los países árabes :P.

Le ponen buenas notas y por eso lo escogí iba con un cupón de groupalia pero no se si les he pillado con un mal día, no lo siguiente porque el servicio de pena y eso que tampoco había mucha gente yo me dedico a esto y es difícil que me queje pero no me quedo remedio al principio empezaron muy bien muy atentos pero de repente vinieron 4mesas y ya estaban agobiados 4 MESAS los entrantes muy rápidos pero el siguiente plato me tardo como 25 minutos sin exagerar y me quedo corto encima era carne a la piedra que ni siquiera tienen que cocinar va al gusto del cliente pero bueno un desastre. La comida si estaba muy rica y la carne muy jugosa y muy buena calidad lo recomiendo por la comida pero… Un poco de chispa demasiados lentos se te kita el hambre entre plato y plato. Le daremos una segunda oportunidad.

Todo lo que probamos exquisito… a destacar la sabila (hamburguesa sobre calabaza asada y verduras) y el cous cous de pasas y cebolla caramelizada.
La decoración del local preciosa, realmente te sientes en medio de un mercado marroquí, entre cestos de especias y alpargatas. Los camareros amables pero escasos para la demanda q tiene el restaurante, lo q hacia lento el servicio. Recomendaría comer en mesa en vez de entre cojines en el suelo. tan exótico como incómodo.

El cuscús y el falafel espectaculares, y bastante correcto de precio.
Me gusta más para ir grupos numerosos (da la impresión de que la comida cunde más) que para ir 2 ó 3 personas.
Como consejo, llamad antes de pasaros, suele estar repleto. En una ocasión tuve que llamar casi con una semana de antelación!

Sólo he conseguido ir a este sitio una vez, porque el local es muy pequeño y se pone hasta arriba. La vez que fui llegamos justo a la hora de abrir y tuvimos suerte de conseguir la única mesa que no estaba reservada, en otras ocasiones he intentado reservar con un día de antelación pero se ve que para ir un viernes o sábado no es suficiente. Entiendo perfectamente su popularidad, porque la verdad es que es muy barato y la comida está riquisima, tienen todos los plátos típicos que sueles encontrar en Marruecos y la calidad es muy buena. Las raciones no son enormes (por lo menos el tagine de pollo no lo es) pero te puedes permitir algún primero para compartir sin hundir la economía familiar. Lo único que cambiaría en la próxima visita es que pediría una mesa de las «normales» en vez de las bajitas con cojines en el suelo, porque eso tiene mucha gracia hasta que se te duermen las piernas y te pasas la cena intentando moverlas sin darle una patada ni a la mesa ni a los vecinos. El local tiene mucho encanto, con las típicas lamparitas marroquies de colores que dan más ambiente que luz, pero que a mí me encantan. Cuesta un poco encontrarlo así que es mejor apuntarse la dirección.

muy bien pero siempre hasta arriba de gente

Me encanta este restaurante, tanto por su ambiente, como por su comida. La pastela está impresionante

De los mejores sitios para comer comida marroquí. Lo mejor, sentirse como en una jaima (de ahí el nombre) sentándote en el suelo.
De pedir: cus cus, delicioso; la pastela, para nada seca, y mira que es dificil hacerla bien; hummus fantástico.
La atención, increible. Eso sí, si vais a cenar es mejor llamar para reservar.

Fui a comer a este restaurante un dia, con mi familia. Mis padres, eran un poco reticentes, porque no les suele gustar la «comida rara» como ellos le llaman, pero la verdad es que al final todos estuvimos muy agusto.
Mi hermana y yo intentamos comer en la zona tipo chillout, en donde las mesas son bajitas y te sientas en cojines en el suelo, pero mi madre dijo que de eso ni hablar, asique finalmente nos sentamos en la zona más «normal». Las mesas y las cartas son muy originales.
Nos trataron muy bien y toda la comida estaba riquísima. Yo pedí una ensalada y una pasta de berenjenas (de entre las opciones veganas de las que disponían) y mi padre se pidió un pollo con ciruelas que se estuvo chupando los dedos! osea que al final todos salimos contentos!
En cuanto tenga la ocasión repito sin duda.

Conocido por muchos como el restaurante de cocina del desierto, este pequeño lugar es uno de los grandes rincones escondidos en Chueca. Uno puede pasar por la calle Barbieri y no darse cuenta del lugar, la puerta siempre está cerrada.
Desde que uno entra se adentra en un local completamente diferente a cualquier otro. La luz es muy baja, hay dos salas pequeñas, en una las mesas están al ras del suelo rodeadas de cojines y de comensales sentados en ellos. En la otra sala las mesas tienen la altura promedio, pero son redondas, metálicas y doradas, como un enorme plato. Los camareros callados e indiferentes –sigo sin saber sin es parte de la atmósfera-​, caminan en túnicas obscuras, de mesa en mesa.
Las cartas son tablas de madera, los platos no son muchos pero todos de gran calidad. De primer plato es muy recomendable el humus de garbanzo y la crema de berenjena, ambos se acompañan de pan pita. De plato fuerte me inclino por alguno de los cuscús, la sábila que es carne picada sobre calabaza asada con una salsa de tomate, o la famosa pastela –hojaldre– de pollo y almendras. Todo muy rico.
De postre tienen los típicos pastelitos árabe de hojaldre y pistachos.
Para terminar es indispensable el té frío de hierbabuena.
De este lugar te llevaras una gran experiencia, no te dejara indiferente.

Amidst all the tapas and drinks, my friends and I settled for a restaurant. Maybe ‘settled’ isn’t the right word because this restaurant was great!
A reservation is probably recommended because there’s not too much seating and it’s a local favorite. The ambiance is great as it’s very well decorated to its Arabian cuisine. The seating had lots of cushion and was very comfortable.
I remember we ordered the 8 cheapest dishes (because we had 8 people) and every single one was delicious. You could definitely taste this restaurant was using quality ingredients.
You simply cannot go wrong with anything here.

buena comida, buen servicio, una decoración preciosa, parece realmente que te trasladas a una jaima del desierto. La comida es muy buena, en un sitio privilegiado de madrid, zona céntrica de facil acceso, les doy desde aqui la enhorabuena a los dueños porque han conseguido su objetivo