Fantástico asador parrilla especializado en carnes a la parrilla. Sin abandonar los bocados típicos de la zona asturiana en la que se encuentra. Magnífico trato, producto inmejorable, lugar amplio, limpio y cálido. Aconsejable al cien por cien, si eres un fanático de las carnes bien tratadas a la parrilla, no dejes de pasar por aquí.
Jaime S.
Classificação do local: 4 Milán, Italia
A pie de la antigua nacional del Cantábrico, hoy en día convertida en una tranquila carretera por la nueva autovía, se encuentra este restaurante, con espacio para aparcar y para que los niños puedan esparcirse a su gusto. Nos lo recomendó la casera del apartamento rural cercano donde nos quedamos y cumplió nuestras expectativas. Si bien hemos probado cabrales mejores(las vacaciones nos coincidieron con la fiesta del cabrales en Arenas, ¡casi nos convertimos en catadores profesionales!), por lo que no recomiendo las papas con cabrales, si que alucinamos con el pastel de cabracho o los cachopos, ese filete de ternera con queso y cecina, todo un prodigio para el colesterol pero igualmente sabroso. Imprescindible probar aquí, para el postre, el arroz con leche, hecho con la leche fresca de una tierra donde las vacas están bastante presentes en sus paisajes.
Olaya O.
Classificação do local: 4 Madrid
La verdad que aunque no es un sitio demasiado acogedor, como muy de carretera pese a estar reformado hace no mucho, típico bar con su maquinita de la cual sacar por 2 € una bola con juguete para niños, con su tele, con dos salones enormes planteados para comidas/cenas multitudinarias, tiene su punto. Se salva su entrada que tiene de frente la barra y es como muy mona, con su gran horno parrilla detrás y con pinta rústica en general. La comida es buena, abundante, de calidad y sabrosa, de precios que a los lugareños en ocasiones parecen altos pero cuando vienes de fuera te ponen una sonrisa en la cara. Es una parrilla y lo suyo es comer carne, los entrantes están buenos y al final siempre nos excedemos pidiéndolos. El cachopo es bastante recomendable, las patatas, croquetas, pastel de cabracho, chorizo a la sidra… Siempre pedimos más o menos lo mismo vayamos donde vayamos, insisto, ojo con la cantidad de entrantes que son bien hermosos. Se han orientado mucho últimamente a despedidas de solter@ y cenas de gente más bien tirando a joven poniendo un karaōke cuando empiezan las sobremesas, y un minibus, que siendo un mínimo de 8 – 9 personas te va a buscar a donde quieras(supongo que habrá un límite, no sé cuál es) y te devuelven cuando hayas tenido suficiente.