Después de pasar varias veces por la puerta y no ser capaz de entrar por el acceso que tienen desde la ronda de León por fin dí con mis huesos allí. Siempre cuenta con gran número de moteros en la terraza vigilando sus cabalgaduras. La terraza es todo un privilegio aunque un poco pequeña. Ves gran parte de León desde allí. Los precios y las tapas que ponen están bastante bien