Otro bar bastante curioso del barrio húmedo de León. Éste en concreto estaba decorado como un «cajón desastre», de hecho, parecía que al entrar te remontabas a los tiempos de Matusalén, porque había cacharros y cosas que ya no están catalogados como«vintage» o «hipster», pero tan pronto podías encontrarte una máquina de escribir del año catapún, como una máquina de bolas de chicle, como un teléfono de los que se usaban pues como ántes de la Guerra. Aun así, a pesar de su decoración llamativa, es otro de los bares en los que con tu consumición te plantan un platazo de lo que sea. En concreto de picadillo con patats, que voló en segundos. Se te caíà la lagrimilla, a pesar de ser unas horas que no eran horas de seguir comiendo… Y como siempre, calidad-precio correcto!
Borja A.
Classificação do local: 5 Madrid
Después de estar un día entero de ruta cultural/etílico/gastronomica/festiva por León, llegar a un bar y que te planten de tapa un plato de picadillo de chorizo con patatas tan grande como un mar. Me gusta! Y todo por el precio de la caña/vino(como en Madrid). El sitio es peculiar, decorado hasta el último rincón con las cosas de la abuela, la bisabuela y la tatarabuela. Que podías decir que tiene toque viejuno, pero oye, a la 1 de la mañana y después de darte de beber y comer le coges cariño al sitio.