Ribs

El sevicio es bastante malo y la comida estaba fría! Mi mujer ha pedido unas costillas q además de frías estaban duras como una piedra, mi hamburguesa al punto estaba también fría y las patatas eran de ayer, no había una patata entera, una auténtica vergüenza… No vuelvo más ni se lo recomiendo a nadie, sobre todo si aprecias la comida americana…

Es un sitio de batalla, al que acudimos siempre que los demás sitios están demasiado petados. Depende del camarero/​a que te toque te irá mejor o peor.
La comida es tipo americana, son famosos por sus costillas. Personalmente os digo lo mismo, depende del día. Las he comido muy buenas, que se deshacían, y otros días muy secas y demasiado hechas.
Tienen algunos sandwich que merece la pena probar como el de carne con cebolla caramelizada, con ese siempre acierto. Y de entrante también tienen muchas opciones, desde alitas, combos de patatas, palitos de mozzarella, etc…
Tienen una «pared de la fama» al estilo de crónicas carnívoras, donde pondrán tu foto si eres capaz de cumplir con alguno de los retos que te proponen.
El local es muy grande, tienen muchas mesas y los fines de semana siempre se acaba llenando.

El ribs es el hermano pobre del foster’s Hollywood, del tony roma’s, del fridays… Y claro, por muchas costillas en las que sean especialistas, pues se notan cosas: es servicio suele ser atento, pero lento a rabiar; los platos son mediocres, la iluminación es de saloon del far west… En día de tormenta de arena. Prometo que la última vez que fui la camarera que me atendió no tenía ni papa de español… Eso me parece un tanto tremendo. Tiene dos cosas que me hacen ir de vez en cuando: una de ellas son las cervezas servidas en una jarra que parece un bote de cristal de mermelada con un asa, que ya sé que es una chorrada tremenda, pero qué queréis que os diga, así soy yo. La otra es el beefy sándwich, un emparedado de rosbif con rúcola, salsa especial y queso que es un primor. Lo demás es francamente pasable. Por si fuera poco, es caro. Vamos, que si eres masoquista como yo puedes permitirte el ir de vez en cuando, pero cualquier persona sensata te diría que te metieras en el kentucky a por dioxinas de las buenas.

La experiencia no ha podido ser más decepcionante. En un sitio en el que la música está demasiado alta (señores esto es un restaurante no una discoteca) te sientan y esperas esperas… Esperas… Y ni la carta ha llegado. Así que nos levantamos tras unos veinte minutos de estar en una mesa y que ni te traigan la carta. Tremendo. Era la primera vez que iba pero ya no vuelvo.

Muy mal, muy mal. Mal el servicio, los platos son simples y pobres. El precio alto para el plato que es una pedazo de mierda dentro del Parquesur. A mi me encantan las costillas con salsas y me las dieron frias, pocas y caras. Fatal