ELCAPRICHO es un lugar de peregrinaje para los amantes de la carne. Está situado en una antigua bodega excavada en la tierra, en un pueblo de León, pegado a La Bañeza. Nosotros sabíamos a lo que veníamos y pedimos buey en diferentes texturas: en cecina, en croquetas, en chuleta y hasta en postre. La verdad es que el sabor del buey es fuerte, diferente y adictivo. Luego el padre de José Gordón(un auténtico crack), nos llevó a ver los animales a la finca donde los crían, toda una experiencia. Ahora, no esperes salir a menos de 80 euros por barba, y tampoco esperes que José te haga la pelota, pues no es precisamente la alegría de la huerta. Aun así, merece la pena venir a conocerlo y que no te lo cuenten, especialmente si te gusta la carne.
Cristina I.
Classificação do local: 5 Boadilla del Monte, Madrid
Increíble!!! Sin palabras… Fuimos a comer 5 amigos y dos pedimos solomillo de buey y el resto pidieron el chuletón de buey premium(2,15 kilos). De postre, sorbete de manzana(increíble) y la tarta de chocolate. La mejor carne que hemos comido en nuestra vida. Precio elevado, pero lógico viendo la calidad de la carne. Imprescindible reservar. Los bueyes los crían a un kilómetro del restaurante y los crían de forma natural y respetable. Volveremos muchas veces!!!
Victor Q.
Classificação do local: 5 Leganés, Madrid
La mejor carne que he probado. Cada año se vuelven más caros aunque a cambio van mejorando el ambiente y la carta. La verdad es que merece mucho la pena ir, el problema es que cada vez es más difícil ir por lo económico, pero se hace el esfuerzo.
Cristina G.
Classificação do local: 4 A Coruña
Restaurante de fama conocido por su carne de buey. El local es precioso, dentro de una bodega de piedra están las mesas, separadas unas de otras proporcionando una atmósfera íntima inmejorable. Hay que tener cuidado a la entrada del comedor ya que la estancia es oscura y no se ven los escalones, nosotros tropezamos y un señor mayor que llego después se cayó. En cuanto a la comida, pedimos cecina de buey para empezar que es de elaboración propia y esta deliciosa aunque el pan castellano que nos pusieron para acompañarla lo tuvimos que devolver ya que estaba duro. De segundo pedimos una chuleta de buey que es la especialidad de la casa, una vez cocinada la traen a la mesa entera y la deshuesan delante de ti. En cuanto al sabor estaba muy buena. Merece la pena visitar este sitio solo por este plato. El problema estuvo en las patatas que nos pusieron, no estaban nada buenas, eran aceitosas y sin sabor. Recomendable reservar ya que las dos ultimas veces que fuimos estaba lleno y no pudieron atendernos.