Cala Bandida

Cala Bandida es uno de esos sitios que recuerdas y en el que mola estar. En realidad no tiene nada de especial, pero lo es, y mucho.
Está situado al final de la playa, pegado al puerto, está situado en alto y lo que ves desde la terraza, es el mar y nada más.
Se está tranquilo, se come y bebe bien, a mí me gusta más para desayunar y tomar café que en otros momentos, pero la verdad es que se tiene que estar bien allí a cualquier hora.
Con el precio pues se emocionan un poco, pero supongo que como todos los sitios que tienen sus características, principalmente explotados en verano, en un lugar privilegiado y a tope siempre.
La decoración tanto interior, como exterior es muy chula, muy del estilo de ahora, este que parece que acabo de coger cada cosa por separado en el contenedor, las he pintado y las he colocado así, sin darme cuenta, como han caído. Aunque la verdad es que cada detalle está estudiado y realizado por una diseñadora de interiores de la zona.
Como digo, la verdad es que es un sitio bonito y un granizado o un café allí, sólo por las vistas, sabe diferente.

Toujours aussi bon. Ça fait 3 ans de suite que j’y vais en vacances. La mer à pleine vue, l’odeur, l’ambiance. Ça a toujours été un genre de restaurant «cheap», mais cette année, grand renouveau: les tables en plastiques sont passées au bois, c’est plus propre, les serveurs (qui sont maintenant jeunes, les propriétaires âgés sont partis) sont bien habillé, bref c’est du très haut standing. Niveau prix, c’est pareil qu’avant: 8 € les entrées, 16 € en moyenne les paella, et 6 € 50 le dessert. Et cette année, ça le vaut vraiment son prix. Pour finir, ce n’est quand même pas un restaurant de touristes, ou on entend parler français et flamand à tout va. Ici, ce sont des natifs, gage de goût pour moi (même si je né suis pas fan des grains de riz brulés de la paella, dont pourtant certains raffolent).

Disfruta del privilegio de sentir el amanecer de España entre la mejor cocina mediterránea en un entorno inspirador y mágico. Un servicio excepcional, una terraza que hará las delicias de cualquiera que quiera evadirse del mundo.
Los dueños Lucas, Stephan y Víctor, siempre están presentes y tratan de que cada persona que pasa por allí no olvide la experiencia fácilmente. Recomiendo que siempre que vayan contacten con ellos antes a través de Twitter, tienen un servicio de atención increíble y siempre sorprenden con algo nuevo.
Cuidan hasta el más mínimo detalle. La música realmente acompaña y a marca la diferencia. Su marketing es impecable.