De reciente apertura en 2014, podemos estar hablando perfectamente del mejor sitio de Isla Canela para comer. Y puede que también para tomar un mojito u otros cócteles, aunque esto último está más reñido. He visitado dos veces este chiringuito. Que de chiringuito solo tiene el nombre, porque yo a un chiringuito le asocio el pescado frito y demás, pero este sitio no es eso. La primera vez fui en plan tapeo. Tomate aliñado para compartir, estaba muy bien especiado y tenía un sabor único; también pedí una tapa de champiñones rellenos de roquefort que estaban para mojar pan, por supuesto. Por cierto, las tapas más caras cuestan 3,50 € y tienen el tamaño de medias raciones. Para una reseña más completa decidí esperar a volver otro día para escribir, y probar la hamburguesa pro. Un plato de 7,50 € con 200 gramos de carne de ternera, lomo de cochinillo, huevo frito, tomate y lechuga, de un tamaño contundente y que él solo vale para almorzar o cenar perfectamente. Además, el segundo día nos invitaron a una botellita de amarguiño. La cantidad daba para chupito y medio para los 5 que íbamos. Cuando la gastamos entera, para mi sorpresa y satisfacción nos ofrecieron otra. Igual es por haber ido dos veces en tan corto espacio de tiempo, o porque ese día estaban generosos, no sé, pero fue un detallazo que no olvidamos a la hora de dejar propina. Para tomar una copilla no lo he probado, pero con la cristalera larga que tienen orientada al oeste se tiene que estar de lujo, tomándote un copazo y contemplando la puesta de sol tras el mar y la arena.