La Mirta

Guiados por las críticas nos dejamos caer por la Mirta para nuestra primera cena en Huelva.
El local es muy bonito por fuera, muy moderno pero como hacía noche de terraza nos quedamos fuera. Tened cuidado los alérgicos porque varios de nosotros lo pasamos un poco mal ahí (no sé sí será por unas plantas que tienen fuera o no).
En fin, a la comida: buena presentación y buenos sabores. Nos asustó al principio que la camarera comentase que las raciones eran individuales ya que nosotros queríamos compartir y así poder probar un poco de todo. Después, como se ve en las fotos, no es todo tan pequeño así que pidiendo variedad y doble de algunos platos (ensalada de pollo, postre) salimos más que satisfechos.
Os lo recomiendo a todos aquellos que queráis probar sabores diferentes y cocina elaborada pero informal.

Las dos primeras veces que comí aquí me fui algo decepcionado. La comida en general no esta mal y el servicio es bueno, pero me esperaba algo más por las buenas criticas que tiene en Tripadvisor. Fue hace tiempo y lo único que recuerdo es el tataki de atún, por la foto y que el sabor me decepcionó después de ver la buena presentación.
Esta última vez, pedí un plato fuera de carta, de verduras a la plancha, ya que en carta no tienen nada sin carne o pescado. Pero lo que más me sorprendió fue que mi plato llegó el primero, antes incluso que los entrantes. No me entra en la cabeza. Lo normal es poner todos los platos principales juntos no? o el hecho de pedir un plato vegetariano lleva consigo que tengas que elegir entre comer el primero y luego ver como los demás comen, o esperar a los demás y comerte el plato frío.
Por otro lado, mis acompañantes me comentaron que el pescado o no era fresco o estaba muy mal cocinado y que el cordero tenia un olor muy fuerte y no estaba tampoco muy bueno.
No creo que vuelva. Le daría sólo 2 estrellas si el personal no hubiese sido tan simpático.

Un capricho gastronómico que nadie se debería perder. La Mirta conjuga a la perfección los productos de la zona con un toque de modernidad tanto en la presentación de sus platos como en la utilización de los ingredientes, todos de primera calidad y en constante renovación.
Raciones como los tallarines de choco o los raviolis de rape justifican con creces un precio quizás algo más elevado que otros establecimientos de la zona pero a cambio de una comida sensacional y un servicio excelente. De hecho, este es de los pocos bares de tapas en Huelva en el que el camarero te sirve los platos de forma escalonada, cambiando con cada nueva ración los platos y cubiertos usados.
Un ‘imprescindible’ de la ciudad.