Me desilusioné un poco al entrar porque pensaba que iba a ser mucho más elegante por cómo lo había visto desde fuera. Por dentro no está mal, pero en definitiva, parece otro chino más. A mis amigos les encanta el sushi y fuimos allí por eso y porque yo quería probar el sitio. La comida está rica, el precio está bien pero no hay sorpresa, es un poco lo mismo de siempre. Quizás es porque mis expectativas eran un poco superiores a lo que me encontré. Volveré a probar alguna cosilla más y quizás en una segunda prueba, mi opinión sea distinta. Dicen que si es tu cumpleaños, apagan las luces del salón y te traen un barco lleno de frutas y helados. Habrá que probar la próxima vez.