Se ve que últimamente me estoy aficionando a los Karaokes… ya he pisado más de 3 en el último año. Estando en la tasca Charlie, muy cerca de este karaōke, quisimos celebrar mi cumpleaños de forma distinta(para mis amigos). Así que nos fuimos a echarnos unas canciones. El Karaōke está bastante bien, la distribución de las mesas no deja montar fiesta como en otros. El lugar es pequeño, y las mesas están distribuidas en fila. Tienen la lista de canciones bastante organizada y limpia, no obstante, carecen de muchas de las típicas canciones, de algunos clásicos, así que si eres un asiduo, puede que te quedes sin cantar alguno de tus mejores éxitos. Lo que más me gustó, que las bebidas tienen un precio adecuado y que las camareras meten las canciones en el orden que las piden, sin trampa ni cartón. Lo que menos me gustó, que se equivocan bastante en las canciones, ponen muchas que se supone que has pedido, aunque no sea así. En general, un sitio divertido para ir a echarte unas canciones un ratito, pero no si buscas una experiencia Karaōke.