El sábado fui a celebrar un cumpleaños al Grao de Castellón y aprovechando la recientísima inauguración(apenas 24 horas antes) fuimos a un lugar al que ya había ido anteriormente, pero que ha cambiado de dueños y, sinceramente, ha ganado en todos los sentidos. Pese a ser un local no demasiado grande y estar lleno llenísimo hasta los topes, las casi 20 personas que éramos tuvimos una atención de lo más atenta y servicial. Antes de la cena, una cervecita en jarra(bien grande!) y una tapita para ir abriendo boca. Una vez en la mesa, empezó el festival del manjar. Una ensalada Aladrock con lechuga, frutos secos, queso de cabra, tomate y una vinagreta especial que daba un toque increíble a la ensalada. Luego, un plato de bravas de las que echas de menos en cuanto se acaba la última… Crujientes, bien doraditas y con un all i oli casero buenísimo. Tras las bravas, un pulpo a la gallega suuuuper tierno, con la justa cantidad de aceite y pimentón. Yo que no soy muy amiga del pulpo y quedé encantada con lo probado allí… Y para terminar, un montadito de morcilla de burgos… Uf, uf, uf. Después, cada uno pidió su bocadillo correspondiente… Pero como siempre nos pasa, somos todos unos angurrientos y queremos probarlo todo, así que lo de pedir bocadillos entre dos y partírnoslo es algo que ya llevamos asumido desde casa. Y menuda elección… Probé un «Vaquita feliz», hecho de ternera, queso, tomate a rodajas y huevo… Espectacular… Al menos hasta que probé la otra mitad que me correspondía. Un «Ternerito» de solomillo, cebolla caramelizada y queso brie… Mamma mia! Creía que explotaba, pero necesitaba terminarlo! El pan estaba super crujiente… y eso en un bocadillo lo es todo! Para terminar, una tartaza de cumpleaños de queso con mermelada de frutos rojos… Riquísima. Todo esto regado con cerveza y sangría ilimitada… Y para terminar, un café para poder levantarnos de la mesa y coger el resto de la noche con ganas… ¿Total? 15 euros por persona… Solo por la calidad de la comida y el servicio que tuvimos, ya merece la pena visitar este lugar. Unos dueños jóvenes y atentos que han decidido darle un buen empujón al Grao y que al menos por ahora, lo están consiguiendo! PD: El domingo nos levantamos con hambre resacosa y decidimos volver a ver qué tal los almuerzos… Imposible entrar. Llenísimo. Tuvimos que cambiar de sitio, pero por lo que se ve, de momento va todo viento en popa!