Salazar

Cafetería de las de toda la vida, en la que soy asíduo cada vez que voy a Córdoba. Preparan una pasterlería de las de verdad, y te puedes sentar dentro (aunque algo apretado) o fuera a tomar el cafelito y leer con tranquilidad.
Es de esos sitios con solera que se mantienen intactos con el paso de los años, y como dicen en otras reseñas, puede que las dependientas y su amabilidad tengan parte de la «culpa».

La pastelería Salazar puede presumir de ser junto con Roldan, las pastelerías que mejores tartas preparan en Córdoba. Aunque las de Roldan son más vistosas y van más emperifolladas, a mí particularmente me gusta más el sabor de la nata y la crema de las de Salazar, y para más inri son un pelín más baratas.
Además de tardas, también tiene un buen surtido de bollería tradicional, pastel cordobés (buenísimo), tortas de aceite, mantecados, etc.
Como casi todas las pastelerías cordobesas, tiene su cafetería y afuera una pequeña terraza, que al estar en una zona de soportales, hace que se esté un poco más fresquito. Me gusta ir a desayunar y a leer el periódico allí, mi café con leche (que siempre la ponen muy caliente) y mi media de jamón o aceite y tomate.
No sé si es la dueña y la hija, o ambas son empleadas (lo que sí que es cierto que son madre e hija porque son clavadas), las que llevan la cafetería/​pastelería pero ambas son un encanto.