Descubrí esta tienda de decoración, una mezcla de adornos florales y vegetales y antigüedad integrada con la época actual, paseando un domingo al sol y no pude, claro está, acceder más allá del escaparate. Pero un vistazo rápido me convenció de que tenía que volver para entrar y descubrir sus secretos. Una mañana entre semana me acerqué con unos amigos durante otro paseíto y por supuesto que mereció la pena el viaje. Localizado en las inmediaciones de la conocida parroquia de San Nicolás, esta coqueta tienda combina floristería con elementos decorativos muy originales así como diversas antigüedades. Los dueños del establecimiento se afanan y ayudan gustosamente a orientarte si buscas alguna idea decorativa para ese hueco en una pared de tu casa o para poblar ese rincón en el que no sabes qué vas a poner. Incluso si buscas una original lámpara para colgar que seguro llamará la atención de aquéllos que vayan a visitarte. Es recomendable echar un vistazo si pasas por aquí, porque el hecho de visitar la tienda ya merece la pena.