La Flamenka

Espectacular cocina de reinvención de clásicos, no os perdáis los carboncillos de bacalao…(o algo así se llamaba, esto me pasa por reseñar 3 meses después), los entrantes increíbles, cocina fresca con fundamento y explosiones de sabor en cada plato. Y a un precio nimio para la calidad que se ofrece. El servicio excelente, la ubicación al ladito de la mezquita y dentro un patio iluminado de lujo.
Bendije Unilocal y todos sus descendientes, ascendientes, dientes y mondadientes.
Pocas veces, como comprobaréis en mi perfil, he hecho uso de este servicio y eso que tengo la app instalada y una sister Unilocalera premium o como se diga.
El caso es que me encontraba sola en córdoba y con tiempos muertos para comer y me decidí a dejarme guiar. Tanto me encantó este lugar, su cocina tradicioexperimental y sus copiosos platos que repetí todos los días del congreso.

We found this place on Unilocal.It had great reviews, and since Unilocal has not yet let us down, we decided to dine here. Atmosphere was like that of most tavernas in the area. An intimate setting with bright red tables and the eyes of flamenco dancers watching you from around the room, as if to gauge your satisfaction with your meal. The menu options didn’t seem to impress, and I’ll admit I was a bit sceptical. We chose the daily tapas to start, which won me over. It was salmon paired with quinoa and drizzled with olive oil perfumed with herbs. We licked our plates clean. I knew I was in for a big treat for the rest of the evening. Next was a salad of cod, oranges and olive oil. I was in heaven. Such an ingenious combination of flavours. Then came the climax. Pork cheek with potatoes stewed in wine and its own juices. Melt in your mouth tender. Texture a rival to filet Mignon, rare. Plate clean. Last, a sweet tooth for chocolate with fun presentation. Enough said. The previous review was correct. A true and seemingly hidden gem with a capacity for Michelin heights if this chef keeps up the good work. Bön appetite.

Nos dejamos guiar por los comentarios en yelo y despues de haberlo probado no puedo estar mas de acuerdo.
El salmorejo es exquisito, el bacalao a la brasa es un plato original y delicioso cocinado en su punto, y el flame quin mucho mejor de otros que probamos en los resgaurantes de alrededor.
La atencion es excelente. Experiencia de 10

Food was amazing. Blackened Cod (Carbon de bacalao), was great despite it’s appearance. The eggplant was also very tasty as well as the croquettas. Don’t let the touristy area deter you.

Atención impecable y comida sabrosísima a buen precio. Hacía mucho tiempo que un plato no me sorprendía tan gratamente como el carbón de bacalao.

El sitio es una pasada, y el servicio muy atento. Aún a riesgo de repetirme insisto, debéis probar el carbón de bacalao, está impresionante.
Los postres también muy buenos. Una comida para dos por unos 40 € euros.
En mi próxima visita a Córdoba, repito.

Gastrobar mono, con camareros atentos y sonrientes y una comida que resucita los clásicos a su manera, y su manera está buenisima!

Trato excelente. Patio interior pequeño con mucha luz y mucho encanto. La comida excelente. Perfecto sitio para tapear! Sin duda repetiré!

Pros:
Delicious
Spanish ambience
Cons:
They charge bread. Is it because I was a tourist?

This place was recommended on Tripadvisor, and I thought for sure it’d be tourist food, but it was actually one of the best meals we had in Spain. The food was unusual, authentic, and tasty, and the portions were large. Service was a little slow but that is probably my American clock talking.
Free olives came out. They were. delicious. Covered in a red sauce of some sort. Look, before this day, I had never eaten pitted olives for the fun of it. That is not my jam. But I was hungry, and whatever this onion-​y red sauce was on these olives. I ate every single one. I could not stop.
We ordered fried aubergines with cane sugar sauce. I had heard eggplant in Cordoba was good, and I was dessssperate for some vegetables in Spain. We got at least a dozen pieces. It was okay — needed more sauce. I was still worried this place had been a bad choice.
Then my blackened cod came out.
I had never heard of it before that day. I had no idea what I was getting. When I got it, I was amazed. It was delicious. Cod burnt on the outside, creamy and white on the inside, on a bed of white sauce and purple cabbage. Crunchy, creamy, cool, hot, saucy. and what a marvel. How did they do it? Even the burnt part was delicious.
Our lamb rolls came out next. There were two of them in a wrap, with some salad and fruit between them. My partner is a picky eater, and he ate both of them. It just hit the right spots of comforting-​meat-​mixture for him.
Next came the oxtail stew. I enjoyed this. The meat was falling off the bone but quite fatty, as oxtail is. The stew was flavorful and served on a bed of roasted potatoes like my mother used to make. Seriously. This was pure rustic comfort.
I really wanted dessert but was too full. Our waitress brought out some dessert wine for us on the house — pedro jimenez? I think. It was great.
Overall, a happy meal of good food with some pleasant surprises. The only downside was waiting awhile to get the check — we really needed to get to the Mezquita and almost ran out of time. Build time into your schedule for lunch.

Muy muy recomendable. Todo riquísimo y genial de precio. Recomiendo la sangría y el bacalao al carbón, pero todo lo que pedimos estaba buenísimo!

Vas a Córdoba y entre paellas congeladas para turistas puro «made un Spain» te encuentras este oasis.
Cuando esperas que nada bueno te espera en el buffet del mal gusto y de la comida cara y regular para el guiri, de repente te sorprende un local con mucha luz y carácter, organizado en torno a un patio cordobés, con todas sus cosas típicas (sillas de palo rojas, macetas y botijos)…
Un servicio muy eficiente con un trato más que excelente y buenos consejos sobre la carta empezaron a hacerme cambiar mi presagio de desastre total.
Ya teníamos un comienzo, después hace falta la comida.
De ella, solo decir que me pareció excelente, las tapas son completas; sabores muy atrevidos y algunos más tradicionales (marcados en la carta por un sombrerito cordobés).
De entre ellos, la presa con musaka, el salmorejo o el flamenquín (acompañado con un coulis de pimiento)… En fin un mundo a descubrir y, lo más importante: ganas de seguir haciéndolo.
MUY RECOMEBDABLE

Animados por los buenos comentarios que leí aquí, elegimos la Flamenka para comer en nuestra visita a Córdoba, ¡muchas gracias a todos, nos encantó!
El lugar tiene mucho encanto, se me olvidó hacerle una foto a la reja blanca que decora la barra pero le da un toque especial al local, unido a los cuadros de folclóricas por doquier y la recreación de un patio cordobés, como no podía ser de otro modo.
Siguiendo las recomendaciones de Unilocal pedimos el carbón de bacalao y siguiendo las de la camarera (muy simpática, por cierto) pedimos los pimientos rellenos de bacalao y cangrejo, ¡para chuparse los dedos! Ah y el salmorejo, ¡cómo no!
De postre: naranja a la antigua, típico de Córdoba, que se compone de gajos de naranja sin piel con azúcar, canela y aceite de oliva, y ¡qué aceite, madre mía! Un sabor brutal, para repetir sin duda.

Vinimos siguiendo los consejos de Rock L y ciertamente espectacular!!. La ensalada de langostinos, el carbón de bacalao, las tiras de pechuga para la peque y de postre, la Tarta sacher con arándanos, todo riquísimo!!!
El trato de la camarera muy bueno y luego nos invitaron a un chupito. Todo por menos de 40 €!!

Tengo que reconocer que entré porque buscando aquí, todos los comentarios que vi fueron buenísimos. La verdad es que es un sitio que pasa bastante desapercibido pero me gustó todo lo que leí y fui a buscarlo.
Creo que lo mejor del sitio es el personal que tiene, las camareras, especialmente la que llevaba un trozo de la cabeza rapada. Desde que entramos por la puerta nos plantó una pedazo de sonrisa que nos ganó y nos cautivó con su sentido del humor y su arte para recomendar platos.
Habíamos leído algunas recomendaciones pero esperamos a que ella nos dijera más cositas.
Es cierto que no hay muchas tapas, pero es que tampoco es un bar de tapas al uso. Tiene una del día y un guiso del día. En mi caso fueron berenjenas con rulo de cabra. INCREÍBLES. Después pedimos una ensalada templada de langostinos con frutas y de plato principal el carbón de bacalao.
Este plato se había citado en todos los comentarios que leímos y había que probarlo.
Las berenjenas super buenas, la ensalada me hace salivar cuando la recuerdo y el carbón es muy llamativo, no solo porque es un cacho de pescado completamente negro, la verdad es que está muy, muy rico.
Tengo que decir, que si no te gusta el ajo debes especificarlo, porque está presentado sobre una base líquida de crema con ajo. No es muy fuerte, pero se nota.
Los postres no los llegué a probar, pero vi pasar un par de ellos y tenían una pintaca… ay omá.
Nos invitaron a un chupito, nos sonrieron muchísimo, nos recomendaron sitios donde salir después… la verdad es que hacer las cosas bien se merece que te vayan bien las cosas y yo le deseo larga vida a la Flamenka.
ah, que se me olvidaba, y también hacen mojitos, que no pudimos probarlos porque ya no podíamos más, pero seguro que estaban riquísimos.

We went to La Flamenka based on the reviews in Unilocal.
We were not disappointed. The two dishes we ordered, the tuna and the sirloin steak, were really good.
The service was also outstanding.
We can recommend this restaurant to anybody enjoying good food.

Este restaurante me ha ganó con solo dar dos pasos dentro. De hecho, desde antes, porque está muy cerca de la Mezquita, en una callecita muy propia de la zona, estrecha, blanca y con sus macetas de flores, pura identidad cordobesa. La carta está fuera, como debe ser, y en varios idiomas.
La decoración y ambientación están muy conseguidas. Se lo comenté a mi acompañante: «solo falta el albero». Sillas de enea y mesas de madera, en colores rojos y con temas florales, parecen «tomadas prestadas» de la feria. Cuadros y fotos de las folclóricas más conocidas. Buena música flamenca. Incluso el menú es muy andaluz.
El camarero que nos recibió es muy resuelto y amigable. Puede que demasiado, según quien. Me imagino que sabrá tratar de forma diferente a dos chavales que a un matrimonio de 60 años, a mi me cayó bastante bien y nos atendió fenomenal durante todo el almuerzo. La camarera ídem de lo mismo, solo que con ella tratamos menos, nos puso la cuenta y poco más.
Igualmente buena, la comida. Tienen una tapa del día y un guiso del día que va cambiando. Ese día, la tapa era ensaladilla de salmón y estaba increíble. A veces la ensaladilla peca de estar demasiado agria y fuerte, y el salmón ahumado en mi opinión no debe ser el sabor principal, pero estaba suavísima. Estaba riquísima y la textura era como cremosa, como si le hubieran puesto mezclada un poco de crema de queso. El plato de carbón de bacalao estuvo excelente. Tenía una pinta extraña (el camarero bromeó, «se nos ha quemado un poco») porque el pescado está completamente negro. Su apariencia es solo faceta, en cuanto le hincas el tenedor encuentras que aquí hay calidad. Un pescado perfectamente cocinado, muy blanco y fresco, se deshace en el plato. Yo no soy muy amante del pescado y este plato me encantó. Por cierto, pedí una cerveza, pero quedé con muchas ganas de probar el vino que tienen.
Después de este comentario, alguno se preguntará por qué no le doy 5 estrellas. Son dos motivos, el primero es que, salvo la tapa del día, no tienen carta de tapas. Pienso que La Flamenka ganaría MUCHO si ofreciera alguna tapa, aunque fueran pocas. El segundo es que es un local algo ruidoso y, aunque a mí no me molestó en este caso en particular, podría entender a quien sí le moleste. La música, aunque era buena, se mezclaba con el ruido de la cocina (que no está aislada de la zona de las mesas).
Por cierto, nos invitaron a aceitunas y, al final, a dos chupitos de vino dulce. Se agradece siempre ese tipo de detalles. Este es de esos sitios en los que dejas propina con gusto.

Don’t miss this treasure. This was the best food we’ve eaten since arriving in Spain two weeks ago. My husband is a Spanish chef, so we do NOT say this lightly! Must haves: gazpacho in vaso — the lightest, freshest variation on the Andalusian ubiquitous stand-​by; a cold fresh tonic to survive and thrive during the intense heat of summer. Also, carbon bacalao, which was the sweetest, most tender iteration of the famous fish I ever tasted, and nestled in an alioli that had me forming a snarl when our sweet waiter offered to clear it before i could sop up the balance with incredible homemade bread. Aho blanco, another complex, refreshing take on a classic. And, in that vein, our American son pronounced his favorite dish ever their mini hamburger (in truth a perfectly cured and seasoned finely hand-​chopped solomillo), kept almost crudo, like tartare, at center but cured and roasted outside to perfection. Accompanied by hand-​cut fries and a curried mayonnaise. All this (fresh from their own farm) and including two huge glasses of outstanding sangria, came to under 20 €.
I will be shocked if these young, passionate and intensely talented restauranteurs are not discovered in very short order and access to their tables is not booked far in advance. Do NOT miss this place, and consider stopping by Cordoba just for the pleasure of this food!

Me uno a Manolo a la idea de Manolo. Este restaurante del entorno de la mezquita es de lo más recomendable si quieres comer bien y sin llevarte la sensación de haber sido estafado. La flamenka es uno de los restaurantes del entorno de la Mezquita (que algunos cuervos se empeñan en denominar catedral de Córdoba).
El local es muy agradable, con un pequeño patio y fuente, y por suerte las mesas no dan la sensación de estar demasiado juntas. A mi particularmente me gusta la mesa del patio (la más fresquita).
El camarero que nos atendió, creo que se llamaba Antonio, muy majete, se esforzo mogollón con los vinos.
Menú, … tapeo! Bacalao al carbón, carne sefardí (creo que se llamaba así por los condimentos), el gazpacho de la casa (en copa),… todo bien presentado.
Recomendable. Si buscas algo no tan tradicional (como el Santos y su tortilla por ejemplo) y te apetece comer sentado en un entorno fresco, limpio y muy agradable.

El sucesor de El Maestrante se denomina La Flamenka. Y del mismo modo que alababa las bondades del antiguo predecesor, La Flamenka mantiene muy alto el listón. Está localizado en las inmediaciones de la mezquita pero para nada se trata de un local de turistas. Apuestan por una gastronomía que combina lo tradicional con la vanguardia y la experimentación. El servicio es rápido, muy agradable, cercano, un personal que siempre está atento a que disfrutes la experiencia. Y el entorno envidiable. Cuenta con un patio interior que otorga gran luminosidad.
Todo un descubrimiento el carbón de bacalao! No te dejes llevar por su aspecto exterior… Todo el mundo pregunta por ellas ¡y con razón porque son terriblemente deliciosas!