Llevábamos tiempo con ganas de ir pero entre unas cosas y otras nunca habíamos encontrado la ocasión. Hace un mes hicimos nuestra reserva(el local es pequeño así que mejor reservar si no quieres quedarte con las ganas) para comer el domingo y allí que fuimos dispuestos a disfrutar. Fuimos dos adultos y un carrito de niño. Avisamos del tema del carrito al reservar ya que a veces no es sencillo colocar el «bólido» sin molestar o entorpecer el paso. El local es pequeñito pero muy acogedor. Y nos ofrecieron una mesa donde podíamos colocar el carrito-silla del enano y estar cómodos los tres. Aunque no es un establecimiento muy apropiado para ir con niños, desde el primer momento estuvieron muy atentos e intentando agradar al enano trayéndole un poco de pan(¡Cómo saben cómo ganarse a los niños!) y trayendo un tenedor pequeño para él. ¡Con eso ya comenzaron a ganarnos! La carta tiene muy diversas y variadas propuestas, hace difícil la elección. Añade a eso que fuera de carta cuentan con varios platos, productos sobre todo de temporada, que complica más la elección si cabe. Tras tomarnos la comanda nos trajeron a modo de aperitivo un minimontadito de pringá(un sabroso bocadito que servida de preludio para lo que estaba por venir) y unas aceitunas realmente bien aliñadas. Me hubiera comido un kilo. Nos decantamos por: — Foie casero, con queso de cabra gratinado, base de compota de naranja y gotas de compota de manzana.(Fuera de carta). Ración generosa. Muy buen sabor y textura(aunque eché en falta un poco más de minuciosidad al limpiarlo antes de hacerlo). El queso y las compotas que lo acompañaban ponían el contrapunto ideal a la textura y el sabor del foie. Las tostaditas firmes y crujientes, tenían pinta de estar recién hechas. — Croquetas de ternera. Espectaculares. Parece mentira que se pueda decir eso de una croqueta, que en principio no debería tener mucha ciencia, pero la besamel tenía una textura cremosa y suave con un sabor realmente intenso. Bien fritas y presentadas. — Alcachofas confitadas en aceite de oliva virgen con jamón ibérico.(Fuera de carta). Quizá el plato que menos me gustó, pero muy rico de todas formas. Cuando el producto es de calidad se nota. La alcachofa, siendo la protagonista del plato, podría llegar a sentir cierta envidia del jamón que estaba realmente bueno. Puesto en crudo sobre las alcachofas calientes aportaba todo el sabor del ibérico, tomando ese punto de suavidad cuando la grasilla entra en contacto con el calor. — Arroz negro con tallarines de calamar y tirabeques. Una ración bastante abundante, aunque a primera vista no lo parezca. El arroz bien cocinado y el su punto. Con abundantes gambas. Los tallarines de calamares tiernos y sabrosos. Los tirabeques crujientes y muy ricos aportando frescura al plato. Una combinación de diez. Cuando terminamos con todo esto no nos quedaba ya hueco para el postre. Mientras preparaban la cuenta, por cortesía de la casa nos pusieron en la mesa unas trufas caseras y unos palitos apestiñados. Un dulce punto final para una gran comida. ¿Si tuviera que ponerle alguna pega? La comida nos vino un poco larga, aunque no dejamos ni un grano de arroz en el plato. Nosotros somos de(muy) buen comer y si a nosotros nos vino largo puede que a la mayoría le hubiera sobrado un plato. Quizá echamos en falta que nos hubieran advertido, como hacen en muchos sitios al tomarte nota, que tal vez estábamos pidiendo demasiada comida…
Óscar H.
Classificação do local: 5 Madrid
Sobresaliente y eso que comimos allí el día de domingo de ramos … con la borriquita por San Lorenzo y todo. Ya conocía el restaurante de oídas por unos amigos que habían ido de celebración(parejil) allí y habían salido encantados. Me gustó muchísimo el trato, a pesar de de que por las fechas, estaban hasta arriba de trabajo. Bueno, lo que me sorprendió fue poder reservar una mesa(aunque a las 4 de la tarde). Muy buena recomendación de vino, aunque suene raro, era manchego y rosado(quien diría). La carta es cortita pero el camarero nos recomendo algunos platos que tenían fuera de la carta. Compartimos una ensalada de alcachofas(supertiernas) y tomamos unas croquetas(croquetones que realmente estaban deliciosas) y ya cada uno eligió un plato. Yo me decanté por unas manitas de cochino rellenas de foie(muy buenas aunque me resulto la ración demasiado grande, al final cansaba por la densidad). El cochinillo que tenían fuera de carta, y eligió otro de mis amigos, no tenía nada que envidiar al de Botín de Madrid o al de Cándido de Segovia, directamente espectacular. Muy, muy bien!