La Conchinchina

Sitio genial! Comida muy buena y muy bien de precio, nada caro. La decoracion ademas es muy bonita, un sitio diferente y con encanto.

Descubrimos La Conchinchina por una reseña que leímos en un blog la semana pasada, y ni cortos ni perezosos el sábado decidimos ir a probarlo.
Rosario Vacas, conocida en Córdoba como «La Pelusa», es quien está al frente de la cocina de La Conchinchina. ¡Además de bailaora, resulta que tiene buena mano para la cocina! Se lo comentaba el otro día cuando estuvimos charlando con ella «Tu madre tiene que estar encantada, cada uno de sus hijos un figura en lo suyo». Para los que no lo sepáis, los hermanos de Rosario son Fernando Vacas (músico y productor) y Curro Vacas (futbolista profesional).
Pero volvamos a lo importante: La Conchinchina. Este establecimiento es el segundo emplazamiento que tiene el negocio de Rosario. Comenzaron su andadura en el Mercado de Sánchez Peña, más conocido como el Mercado de la Corredera. De ahí decidieron dar el salto al lugar que ocupan ahora mismo, un pequeño local con mucha personalidad en pleno centro de Córdoba. Dos mesitas en la entrada y otras pocas en el saloncito que encuentras tras la cortina de tiras situada a la izquierda de la barra.
La carta es corta, pero resultona. Con productos de buena calidad. Las raciones de sus platos son acordes a los precios (incluso generoasas podría decir) y con una presentación cuidada.
La chica que está tras la barra es encantadora, preocupada y atenta a cada detalle. Desde preguntarte si tienes algún tipo de alergia o intolerancia hasta ofrecerte unas pinzas si ve que no te apañas con los palillos, pasando por explicarte los ingredientes de todos los platos que te va presentando en la mesa.
Pedimos sushi, en dos tandas, primero un variado de 10 piezas y más tarde otro de seis. No gustaron mucho las combinaciones de ingredientes. Buen punto del arroz. El salmón y el atún muy frescos y de calidad. Nos gustó también mucho el detalle de combinar alga wakame en algunas de las piezas junto al pescado, el arroz y el alga nori.
También probamos el Shisheki (tartar) de atún con algas wakame. El atún cortado a un tamaño agradable, ni muy chico ni muy grande. Bien aliñado. Las algas wakame, las fresas y el pepino le aportaban matices muy curiosos. Nos sugirieron probarlo en taco, que pasan ligeramente por la plancha. Queda apuntado para la próxima visita.
Completamos la comanda con unos noodles con verduras a los que decidimos añadir algo de salmón. Muy ricos, bien condimentados, salpicados con una variedad de semillas que le aportaban una textura crujiente muy interesante.
Para beber tienen algunas cervezas japonesas (además de una nacional). Probamos la Kirin Ichiban, suavecita y facilona de beber.
La verdad es que el balance fue muy positivo. Salimos encantados y es probable que repitamos en breve. Seguramente un día de diario, para probar su menú del día (de tres platos) que nos parece una propuesta muy interesante y distinta en pleno centro de Córdoba.