El Gallo

Situada muy cerca del ayuntamiento, esta bodega rezuma sabor añejo por todos lados, desde la estética del local a las tapas que componen su oferta gastronómica. No por ello deja de ser menos recomendable su visita… sino todo lo contrario. A nivel particular me encanta visitar estos sitios que han logrado sobrevivir durante tanto tiempo, lejos de modas pasajeras… algo deben tener para ello. Eso sí, ven preparado porque es probable que acabes bien aliñado, teniendo en cuenta la calidad de sus caldos y el tiempo que tardan en sacar cada tapa.
La carta, no muy extensa, se compone principalmente de fritos, aliños y algunas carnes. Ahora bien, dominan el rebozado de manera magistral. Probé las gambas y el bacalao, y el rebozado y el punto de la fritura eran excelentes. Y qué decir del queso que tenían… añejo… exquisito… me comentaron que era de Añora, un pueblo cordobés. Lo único que no me convenció fue la tapa de japuta (palometa), aunque tampoco estaba mala. Si todo ello lo regamos con fino amargoso de la propia bodega, la combinación no puede ser mejor. Pero es que, si aún queréis más, el precio es excelente, sobre 2 euros la tapa y 1,30 la bebida.
El único punto negativo, y por el que no le doy 5 estrellas, es que la cocina debe ser pequeña y las tapas tardan una barbaridad… sin duda es un sitio para ir con mucha paciencia. Eso sí, seguro que volveré cuando esté otra vez por Córdoba.

Mira que he pasado veces y veces por El Gallo en Córdoba y nunca se había terciado sentarnos allí a comer.
Los gallos es auténtica, los camareros son auténticos (los de toda la vida), la fachada verde es de época (al igual que el interior) y las gambas rebozadas son las mejores que he comido y las mejores de Córdoba sin duda … cómo harán ese rebozado tan crujiente y tan cremoso en el interior.
Plato estrella las gambas rebozadas, … imprescindible también sus huevas aliñadas, sus berenjenas fritas, los flamenquines, … y si te gusta la sangre encebollada.
Un sitio de gran aceptación y un sitio auténtico de verdad. Económico además.

Este bar es uno de mis favoritos ya que prepara sin lugar a dudas los mejores rebozados de pescado del universo. Mis favoritas son las gambas con gabardina, crujientes al morder pero tiernas como mantequilla dentro de la boca. El ambiente es el de una tasca típica cordobesa.