La misma empresa, la misma gran cocina, la misma buena atención, pero en una localización distinta. Ahora El Burro Sopero se ha trasladado a la avenida Carlos III, muy cerca del parque de Chinales. Ha ganado sin duda en espacio, porque ahora cuenta con una enoooorme terraza con vistas privilegiadas de la avenida y de las inmediaciones. Lo «malo» es que ha perdido la esencia añeja del entorno donde se situaba antes, en el corazón del casco histórico. En cualquier caso, he podido confirmar en persona que la cocina sigue manteniendo una alta calidad, los platos individuales siguen siendo un referente en lo que a comida casera se refiere. Siempre me han tratado muy bien cuando estaban en San Agustín y confío que en esta nueva etapa el listón lo van a seguir manteniendo muy alto. El tiempo lo dirá! Las croquetas, los calamares a la plancha y el revuelto de bacalao con pasas, de sorprendente y extraordinario sabor, y que no deja indiferente por su exóticos matices, siguen siendo para mí bazas ganadoras.