¡Santa Paciencia que tienen estos hombres conmigo cada año! Y es que mi Forito cuenta ya con un porrón de años, y me crea ansiedad esto de pasar la ITV. Vamos, que me bloqueo de mala manera. Cuando llegas hay dos líneas de coches: la de cita previa y la general. Has de parar tu coche detrás del último que esté parado, apagar motor e ir a la oficina a abonar la revisión. No te olvides de presentar el permiso de circulación, la tarjeta técnica y el recibo del seguro. Si no has pillado cita previa, cárgate de paciencia. Si la has pillado, lo más seguro es que te toque esperar como máximo a dos coches. Los chicos, supermajos. Ya os digo que conmigo se portan superbién cuando me quedo con cara de «¿Ein?» cada vez que me pidan que accione un intermitente o lo que sea.