El Viscayo

Gracias a una Unilocaler de pro como Rocío L di con este mesón enclavado en la población de Castalla. Sitio curioso éste. Es uno de esos lugares que odiarás o amarás; no hay medias tintas.
A las afueras del pueblo se sitúa el edificio. Típica casa de pueblo, con un salón alargado con mesas a ambos lados. Grandes ventanales dejando pasar la luz y dándonos sensación de amplitud.
Menú cerrado: unos 22 por persona, y con un sistema curioso. Hay una barra suspendida en el primer salón de la que cuelga toda clase de embutidos. Tú mismo te cortas el que quieras y te lo comes así o se lo das a los camareros para que te lo hagan a la brasa. Te lo acompañan de pan tostado, aceitunas y alioli. Después pasamos a los gazpachos, servidos en una torta de pan ácimo. Buenísimos! Típicos de la zona, el gazpacho es parecido a un garbanzo pequeñín y con un sabor especiado alucinante. Puedes repetir lo que quieras.
Acabados los gazpachos, pasas a comerte la torta de pan untada en miel. Con el pan impregnado del sabor de las especias está pa’morirse de repente!
Por último se te es ofrecida una bandeja con un kilo de fruta variada por persona, y no es exageración.
Para rematar es servida una infusión de la zona tocada de anís que está muy rica y que tiene un nombre raruno.
Todo ello aderezado con un servicio muy agradable y con el dueño, personaje donde los haya, que se dedica a ir de mesa en mesa haciendo trucos de magia, chistes, comentarios y haciéndote sentir como en casa.
Yo lo veo como un parque de atracciones o como una experiencia smartbox casi. Es algo que hay que vivir al menos una vez en la vida! Lo odiarás o lo amarás pero desde luego vivirlo hay que vivirlo. Y como dicen en La Mancha: quien le tenga miedo al plato que no me guarde la cría!!!

Si has leído alguno de los comentarios anteriores, te haces una buena idea de lo que hay aquí.
Por lo visto hace unos años era imposible comer si no reservabas, ahora la cosa ha cambiado un poquito, pero los sitios míticos, lo son por algo.
Lo mejor del sitio, precio cerrado por unos 25 euros y puedes comer hasta morir.
Embutidos, que tú mismo coges y que te cocinan si quieres; carne a la brasa, patatas fritas, pero lo mejor del mundo mundial y que no te puedes ir sin probar, es el gazpacho de Castalla.
esa base de pan aguantando todo lo que le cae encima (no lo notáis, pero estoy salivando de nuevo mientras lo pienso). Esa carne, el gazpacho, que puedes repetir tantas veces quieras, la miel, el dueño, la magia, el chirimigüiqui (o algo así), todo en sí es un conjunto maravilloso.
Yo que soy bastante especialita comiendo, le he puesto cinco estrellas, así que sin duda tienes que ir.
Y si tienes gente a la que quieres impresionar, de verdad que este es un lugar para llevarles.
La única pega: no hacen café.

Kaira lo describe perfectamente, he probado mejores gazpachos pero lo que si es cierto es que el sitio y el dueño son únicos. Los trucos d magia inexplicables. La verdad es que merece la pena ir

Poco que añadir a la genial reseña de Kaira. Muy recomendable por el ambiente casero que crea la familia del gerente, además, por supuesto, del protagonista indiscutible, que es el gazpacho manchego. Si no te gusta el gazpacho, mejor busca otro sitio. Si eres un fan, como yo, no te pierdas la experiencia.

Genial lugar donde comer hasta que el cuerpo aguante y luego seguir cominedo.
La especialidad es el gazpacho manchego, aunque hay alguna alternativa por si a alguien no le gusta este plato.
El sistema es el siguiente:
1)Entras, te dan la mesa y toman nota de las bebidas.
2)Te levantas y vas a la zona de embutidos. En esta zona hay variedad de embutidos colgados y cada uno, con la ayuda de un cuhillo, se sirve la cantidad de cada uno que considere. Son todos de gran calidad y puedes repetir tantas veces como quieras.
3)Cuando vuelves a la mesa te encuentras con pan tostado y unas olivas para acompañar al embutido. Puedes tomarte tu tiempo en disfrutarlo. Ademas el pan tostado hay una torta de pan sin levadura. De esta torta deberéis comer sólo la capa de arriba, dejando la de abajo formando una especie de plato.
4)Una vez que terminéis con el embutido el camarero traerá gazpacho para degustar, una vez estas conforme va a la cocina a traer el gazpacho que será servido sobre la torta de pan. EL gazpacho está delicioso.
5)Habrá tantas rondas de gazpacho como podráis resisistir (quizás alguna más).
Es importante que en la última ronda de gazpacho se termine hasta el final, ya que la torta de pan debe quedar limpia para el siguiente paso.
6)Traen miel para echar sobre la torta, que ha absorvido parte del sabor del gazpacho. Aunque pueda parecer extraño este plato es realmente digno de probar.
Se esparce la miel sobre la torta, se corta en trozos y se come.
7)Llegados a este punto, en el que ya no cabe ni una aceituna en vuestro estómago, te traen el poste, que es una enorme bandeja de fruta variada de la que comeréis lo que queráis o podáis.
8)Y por último es el turno del ‘Chichiriuiqui’. Es la sorpresa final así que no desvelaré el misterio.
He de decir que en la mayoría de mis visitas a este lugar ni se ha tocado la fruta de poste, y es una verdadera lástima porque hasta la fruta tiene una pinta genial.
Mientras la gente come el dueño del establecimiento, muy simpático el hombre, recorre las mesas gastando bromas y haceindo geniales trucos de magia. El ambiente y el personal no dejan nada que desear.
Y todo esto por unos 20 € por persona (tomando cervezas o refrescos, supongo que si añadimos vino saldrá un poquito más).
Es MUY importante reservar, en caso de no hacerlo es probable que os quedéis sin comer, al menos en fin de semana.
No dejéis de visitarlo!
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