Esta taberna es un punto de luz en el pueblecito de Cangas… una vez instalados en el hotel paseábamos buscando un local para cenar y su enclave elevado con un luminoso rótulo nos atrajo como otro faro más de la costa gallega. En un imponente edificio modernista de grandes ventanales se transparenta el animado ambiente de las cenas de un sábado noche. Nos acercamos a la barra y nos engancha la simpatia de su gerenta, no podemos mas que apuntarnos en la lista de espera y con las copas llenas de vino salimos a la calle a esperar. Miro y remiro el local, pues sus ventanales no me dejan de llamarme la atención: madera, piedra lavada, blancos y turquesas, suelos de imitación a baldosa hidraúlica, puntos de luz resueltos con lecheras… efectivamente, cumple todos los canónes actuales. Miro hacia la terraza y nada que ver con el local! Primer fallo: la terraza es nuestro reclamo más potente, debería ser una continuación estética del local. Nos llaman, ya tenemos mesa, nos traen la carta: bien estructurada, clara, sencilla e ilustraciones resueltas con gracia pero el soporte en el que se presenta con brillos plateados me rechina. Pedimos pulpo con queso de tetilla(a eso se le llama cocina creativa) sabores logrados, buena atención pero raciones algo pequeñas. Al salir me hago con una tarjeta y me vuelve a rechinar, esta vez no hay brillos plateados pero es una pena que no se haya resuelto el diseño gráfico al mismo nivel que la decoración del local. Nos volvemos al hotel con muy buena impresión, hemos cenado en uno de los lugares de moda de Cangas y no ha sido casualidad encontrarlo, «brillaba con luz propia».
Felix V.
Classificação do local: 4 Ciudad Lineal, Madrid
Un excelente bar para tomar buen vino y comer las mejores tortillas que he probado en Galicia. 100% recomendable. Lo malo: no tienen teléfono conocido