Restaurante oriental de los que llevan muchisimos años en el mismo sitio, con los mismos dueños y con una carta bastante selecta de platos de la cocina cantonesa. Decoracion moderna y cuidada. Disponen de una terraza con mas de media docena de mesas, cubierta con un entoldado. Me encanta las diferentes formas que tienen de preparar el pato… no dejes de probarlas. El acento no lo han perdido…