La Despensa

He estado dudando entre las cuatro y cinco estrellas y probablemente me esté quedando media estrella corto. Nada más entrar, la preciosa decoración del restaurante ya me ganó. En cuanto a la carta, la variedad y originalidad de las propuestas me resultó muy atractiva.
Pedimos unas coquinas para empezar. Estaban muy buenas y bien presentadas aunque, pese al ajo y la guindilla, pienso que les faltaba un poquito de rock n roll (como dice el vigoréxico de Masterchef). Ese rock n roll era vino. Pese a que les doy un 9, a mi madre le salen mejores.
Después nos sirvieron un bacalao en tempura con ali oli de wasabi que estaba espectacular. Presentación, fritura, sabor y cantidad inmejorables. Se lo recomiendo a todo el que vaya.
También tomamos un pulpo sobre crema de patata cuya combinación de sabores no me volvió excesivamente loco, pero es más una cuestión de gustos.
Por último, un plato de carne con salsa de jabugo cuya presentación, a lo plato combinado, y sabor me han hecho probablemente restar una estrella a la puntuación final. Eso y que al Verdejo que tomé, pese a estar muy bueno, le faltaba frío.
Para rematar, una tarta de queso con helado de frambuesa que estaba maravillosa y que hubiera disfrutado más si no me hubiera puesto como el tenazas con los cuatro platos anteriores.
Sin duda, uno de los mejores restaurantes en los que he comido.

Buscando un lugar donde comer cerca del hotel, decidimos venir a La Despensa. Para empezar decir que el restaurante más bonito y cómodo en el que he estado nunca. Tiene una decoración rollo africana moderna que está increíblemente bien equilibrada y los sofás son muy cómodos. Pedimos cuatro entrantes para compartir. Primero nos pusieron unas coquinas al ajillo (12 €) que estaban de muerte y era un plato abundantísimo. Seguimos con unas pavías de bacalao en tempura con alioli de wasabi (7,95 € creo) también muy rico, en formato brocheta y acompañado de patatitas paja y pimientos del padrón de gran tamaño en tempura. Era una maravilla. A continuación seguimos con un pulpo con cremoso de patata y pimentón (14 €). La camarera nos dijo que no tenían en un primer momento, al ver nuestra indecisión para elegir otro plato nos comentó que habían llegado muy duros y no se atrevían a servirlos pero que iba a mirar si había alguno que se podía salvar si queríamos. Así lo quisimos y nos lo pusieron. Seguía estando un poco más duro de la cuenta pero no le quito estrella porque avisaron y decidimos tomar el riesgo. El pulpo te lo sirven entero y te lo trocean y mezclan en la mesa. Ya ahí casi no teníamos más hambre. Nos faltaba un solomillo con crema de jabugo (7,95 €), que quizá fue lo más malo o estábamos tan llenos que no pudimos disfrutarlo mucho. Eran siete trozos y venía con pimiento frito y patatas fritas en cantidad. Los postres son la especialidad de la casa así que los pedimos sin hambre. Fue una tarta de queso (de las hechas al horno) con merengue, coulant de fresa, una fresa natural muy rica, helado de frambuesa maravilloso y un crujiente de pipas que también me encantó. En total nos gastamos 30 € por persona pero a nivel hambre nos sobraron el postre (5 € cada) y el último plato así que creo que es una opción excelente para comer comida con toques creativos en Cádiz, abundante, con buen servicio y con una gran relación calidad precio.

Para mí es el mejor restaurante de Cádiz en la actualidad. La decoración es una pasada, todo muy moderno con cargadores para enchufes y USB entre los asientos, acogedor, iluminación perfecta, el acceso a la parte del fondo de los asientos puede no ser el más cómodo si vais a sentaros varios en uno (porque son bancos) pero para mí es una chorrada, te acoplas y listo. La carta, original y variada. El material, ¡puff!, muy muy bueno. La atención de los camareros es buena y agradable, están atentos sin atosigar. De precio bien teniendo en cuenta el tipo de restaurante que es, cuando he ido con mis compañeros hemos salido a unos 45 € por persona pidiendo varios entrantes, plato principal, varias botellas de vino, varias Coca colas, cafés y varios postres, con mis padres salimos a unos 30 € por persona pidiendo tres entrantes, tres plantos principales, unas cuatro o cinco cervezas, Coca cola, agua y un par de cafés. Repetiré.