La primera edición del Fuzzville de Benidorm abre sus puertas en septiembre de 2015 en la discoteca Km. La subsede es la Sala Rockstar, donde se realizan las Burger Beach Parties cuya entrada es libre y puedes seguir disfrutando de la música a partir de las 13:00 h. el sábado. Si vas en coche, habilitan un parking junto a la discoteca Penélope, justo al otro lado de la carretera. En las taquillas unos chicos bien majos, nos canjearon los abonos por las pulseras ¡rosas! y al hacerlo, nos regalaron una cinta cassette editada por Burger Records donde se recogen un tema de cada una de las bandas de los sellos nacionales: Holy Cuervo, Monasterio de Cultura, Delia Records, Sonido Muchacho, Rufus Recording y Discos Humeantes. Tras pasar el control, tienes la consigna para dejar el paraguas o esa prenda de ropa de abrigo que te incordia. Una vez dentro del recinto, lo primero que te encuentras a la derecha es el mostrador de canje de tickets de consumición. Una cerveza: 1 ticket, = 2,50 €. También las aguas son un ticket, pero son de 0,33 y te la entregan sin tapón. En la zona de la izquierda, una barra donde mejor no pedir la cerveza, ya que no tiene ni cuerpo ni sabor, y me atrevería a decir que sin gas. Si no le pongo cinco estrellas es por este motivo precisamente. Por esta zona está el segundo escenario, que se llena de las atronadoras guitarras de las jóvenes bandas que tocan entre el inpass de una banda a otra en el escenario principal. Aquí también se realizan las Fuzzville’s Junk Sessions desde las 2:15 hasta las 7:30 de la madrugada. En la sala principal está desplegado el Fuzz Markert, donde encuentras todo el merchand de los sellos discográficos y de tus grupos favoritos. Aquí también encontrarás donde te tiran cerveza decente y con mucho más mimo: Budweiser. Y, por supuesto, el escenario principal. El calor que hace en esta sala es descomunal, y poco pueden hacer los tristes ventiladores que giran sus aspas sin cesar. Por favor, no te quites la camiseta y nos salpiques con tu sudor. Deja que tu camiseta se empape como la de los demás. Desde esta sale se accede a la oscura terraza al aire libre donde puedes saciar tu hambre con carnes, hamburguesas y pizzas a la brasa. Hay una zona de mesas corridas donde puedes comer con tranquilidad. A última hora es normal encontrar a las parejitas acarameladas. El público que asiste al Fuzzville es de lo más ecléctico. Destacan especialmente estos jovenzuelos nada acostumbrados a los conciertos garageros(no es cosa de la Guindi, que lo comenté con el baterista de los Explosion y coincidimos) y que utilizan la primera fila para: ligar, hacerse selfies, botar con los brazos en jarra metiendo codo, arrollando a quien está totalmente entregado a la música… A vosotros, jovenzuelos, he de decir, que las primeras filas están para aquellos que viven la música, para los que botan con los brazos extendidos por encima de las cabezas o pegaditos al cuerpo. Donde si das un pisotón le tocas al agredido en el hombro con cara de disculpa y él te tocará el brazo con una sonrisa. Son cosas de la primera fila. Si quiero pasar porque llego ya empezada la actuación, no te arrollo con violencia, te toco suavemente en la espalda o un costado y él te abrirá amablemente el paso. Y si soy alto, no ganaré una absurda posición si el de delante es un tapón, porque por mucho que bote no te va a tapar la visión. Así se crea armonía y buen rollo en mitad del caos. Y sí, es normal que nuestros cuerpos choquen, que nos empujemos y nos pisemos. Y NOPASANADA. Si no te gusta, no te metas. Por esta edición han pasado bandas como The Pandoras, Guadalupe Plata, Doctor Explosion, Allah-Las, Jeff The Brotherhood, The Kids y los magníficos The King Khan &BBQ Show, entre otros muchos. ¡Deseando que siga por muchos años!