Úbeda

surrealismo /​gintonic /​tapas caras
Estas son las palabras clave para definir el Úbeda. Una amiga fanática de los gintónics me llevó una vez y la verdad es que el sitio es muy chulo. La decoración un 10 para mi gusto, todo de objetos ‘normales’ en sitios ‘anormales’ … una cosa rara. Y el gintónic que me tomé, un Hendrix creo recordar, muy rico. Un sitio muy curioso e interesante para ira a tomar algo porque para picar, va a ser que no. Los precios eran bastante caros por no decir otra cosa. Supongo que los platillos estarían buenos pero mi amiga que ya sabía dónde iba, me insistió en comer un kebap antes de ir. Que lista ella.

Dicen que el GinTonic vuelve, pero yo creo que simplemente nos hacemos mayores. Cuando tenía 20 años le daba al roncola que era un primor, pero ahora que tengo… dos o tres más, pues me he lanzado de cabeza a «la copa globo».
El Úbeda es un gran sitio para empezar la noche. Aunque tiene tapas en plan cazuelitas la mar de buenas, es la pura ruina, así que yo de vosotros cenaría en casa tan ricamente y me lanzaría a por alguna de las decenas de variedades de copazo que tienen.
En sus buenos inicios, te ofrecían tres tipos diferentes de Gintonic: «con amor», «con pasión» y no sé qué otro que va con «algo». Los tres estaban hechos con tónica Fever Tree (se lleva mucho ahora) y la ginebra francesa Citadelle.
Hoy en día, la carta ha mejorado mucho y no sólo tienen clásicos como la Hendrix, Seagrams o Bulldog, ¡sino que además ellos destilan su propia ginebra! Por un precio algo más económico (atención! 9 €), puedes tomarte una ginebra «made in Úbeda» la mar de correcta. Creedme, con los copones que sirven, al tercero ya vas más doblado que una falda «plisée».

Entrar al Úbeda, es sin duda toda un experiencia visual y gastronómica, que no te deja indiferente. Su decoración, inspirado en obras de arte, es de lo más original que he visto últimamente. Su vaca gigante en la entrada, es de museo surrealista, más que un restaurante, pero este detalle lo hace ser el lugar que es. No obstante, esto no termina aquí, sus paredes tienen mesas pegadas con vasos y botellas, y su largo pasillo interior ofrece más imaginación a tu estadía. Y qué decir de la copa que también sorprende. El Ubeda tiene a diario, un buen menú de gourmet a 9,35 €, que incluye: ensalada de brotes tiernos, crema de verduras, y paella entre otros platos a elegir. También tiene sus promociones a 11 €, que vale la pena revisar si decides cambiar el menú de todos los días por jamón ibérico con 2 copas de un buen vino.
La carta es muy buena y cara.