T. R. A. 4

Aunque especializado en chapa y pintura (solamente al asomarse a la entrada ya se percibe el olor característico), el taller T.R.A.4 también nos puede sacar de casi cualquier apuro provocado por una avería de automóvil. Su joven capataz, Jose, es, sin exagerar ni frivolizar, una de las personas más majas con las que uno se puede topar en un establecimiento o servicio –huelga decir que solo le conozco en su faceta como propietario de un taller mecánico. Desafortunadamente he tenido que tirar bastante a menudo de sus servicios, pues la mala pata en materia de averías y pequeños percances me ha perseguido en los últimos años, y siempre Jose me lo ha logrado solucionar a un precio ajustado, que deja ver su total honestidad en lo referido a compatibilizar horas de mano de obra, importe de los recambios, etcétera. Algo que no se puede decir de todos los negocios de reparaciones técnicas.