La Residencia Onix fue mi hogar durante 4 años, toda mi etapa universitaria. La principal característica y, para mí, la más importante, es la libertad que te ofrece. No es la típica residencia de estudiantes con un horario de entrada y salida o para comer, ya que se trata de apartamentos, cada uno con su propia cocina y baño. Existen tres tipos de habitaciones: totalmente individuales, individuales con cocina compartida(con la habitación contigua) y dobles. El hecho de ser una residencia en la que puedes ir «a tu bola» hace que no sea fácil conocer a gente, sin embargo, en mi época los veteranos organizaban fiestas en el parking(totalmente autorizadas). Además, si te alojas en una habitación con cocina compartida ya tienes una vecina, que en mi caso fueron todas chicas de erasmus. El «peor» recuerdo que tengo de ella son esos tacones paseandose por los pasillos de las chicas americanas que salían de fiesta de lunes a domingo, mientras tú, responsable donde las haya, intentabas dormir porqué al día siguiente tenías un examen a las 8 de la mañana… Pero aun así, ¡me encantaba vivir en ella!