Ottimo

Con diferencia los mejores helados de Barcelona. Te dejan probar tantos sabores que no me parece descabellado acabar comiendo más helado así que con el pedido definitivo. Es más, te dejan probar tantos sabores que estoy por montarme una heladería justo enfrente a partir de las muestras. ¡Y no les importaría! ¿Por qué? Porque son los seres humanos más amables sobre la faz de la tierra, te darían toneladas de helado gratis con una sonrisa en la cara mientras observan como te dispones a arruinar su negocio.
La variedad de sabores se acerca al número de átomos en el universo, aunque sí se echa en falta una terraza y que abran más meses al año (sólo abren los meses cálidos). De todas formas, imprescindible.

¡Oh sí! Helados. Que ahora que lo pienso, lo de helados queda poco preciso ¿no? ¿Qué es lo que está helado? ¿Un chorizo? ¿Un trozo de la sábana santa? ¿Ramoncín?
En fin, reflexiones dialécticas a parte, os aconsejo detener vuestro paseo por el barrio en este local y probar sus «cremas heladas». Ahí está, qué poco cuesta ser preciso.
Yo, que soy un cansino y siempre me decanto por la combinación limón/​chocolate, disfruté de una cremosa crema helada sabor a chocolate y del frescor de una sabor limón. Prefectos. Muy ricos.
Probé también la de nutella y la de chocolate blanco. Muy ricas, pero no encajan ni de lejos tan perfecciosamente como limón/​chocolate.
Los precios son dispares: 2.8 por una crema helada pequeña de dos sabores roza el «meh», pero 5 € por una tarrina mediana, a la que ellos llaman «grande», me parece un pelín caro. No obstante, merece la pena.
Muy majos, me sonrieron y atendieron bien a pesar de estar media hora mirando sabores repitiendo que yo siempre elijo limón/​chocolate, para terminar eligiendo, como no, limón/​chocolate. ¡Larga vida al limón/​chocolate!
P.D.: no estoy perturbado; hay más gente que piensa igual que yo. Cada día somos más y pronto lo dominaremos todo.

I absolutely love this place. Out of the many many many ice cream places I’ve been to in Barcelona, this is one of the best. The store is beautiful, and next to a beautiful plaza, and the people are nice. There are many different delicious flavors. They also serve orxata I believe, so that’s a good thing to know. Totally recommend it, this place is amazing.

wonderful little place we stumbled upon after a mediocre tapas dinner in the same plaza. great variety, prices were moderate, portions were generous, staff was friendly, but what has us returning (me willing to take the time write a review) was the quality. just amazing, up there with some that i’ve had in italy.
not much indoor seating but hey it’s barcelona! the plaza it sits in is shaded and perfect for people watching. a slight queue the two occasions i’ve been there, but the staff is pretty fast about servicing the customers and are patient as people make their selections.

Ottimo me llamó la atención una vez que pasaba suuuuuper rápido por allí. Y me animo a decir que eso sí es una heladería hecha con muuuuuuuuucho gusto (valga la redundancia) y pasión. Algo tiene que me hace pensar que es la heladería (a mi gusto, ojo) más linda del mundo. Es muuuuuuuuy chic. Me encanta la paleta de colores que utilizan en su interior. Los helados ni hablaaaar. Entrarás y vas a querer probar toooooodos. Una heladería que hace esquina en una de las plazas de Grácia. Totalmente un encanto de lugar para ir cada tanto. Lleva a tus amigos, a tu familia, a tu novia/​o, a todooooo el mundo. Es un lugar con un ecanto especial y particular. Adoro lugares como estos. Me hacen feliz, si más. Da gusto. Da placer ir a consumir a un lugar como este. Visita o-​bli-​ga-​da. Voilà!

Si te gustan los helados, ¿acaso hay alguien a quien no le gusten? este sitio debería ser uno de tus habituales. El local es bastante llamativo, pero cuando entras y te fijas en el producto expuesto no pondrás los ojos en otro sitio. Varias decenas de sabores diferentes para elegir, elaborados exclusivamente con ingredientes naturales, sin conservantes ni grasas animales, los deliciosos helados y sorbetes de esta tienda están hechos con fuente de mamantial, según presume orgullosa su dueña.
El caso es que después de comerme uno de ellos me siento culpable, pues nunca algo me ha proporcionado tanto placer sin que tuviera que pagar las consecuencias. Los precios son muy asequibles, incluso más baratos que en una heladería tradicional o el super, pero la diferencia es palpable, visible y degustable.
Si quieres puedes llevarte medio litro o litro entero para darte el atracón o para compartir, y si lo encargas con tiempo te lo ponen en un congelador que te lo conserva a menor temperatura para que no se deshaga mientras te lo llevas a casa. Además la dueña es una mujer bastante maja y la persona a la que más le gusta los helados que pueda haber, lo bueno es que se dedica a hacerlos y venderlos además de comérselos.