O’Barquiño

5 estrellas sin duda! Mi segunda casa de Barcelona! Vengo casi todas las semanas (incluso varias veces) a comer el menu que tienen en semana por diez euros! El caldo esta increible y siempre lo tienen en el menu (menos en verano claro).
Para comer de carta recomiendo el pulpo que como buena gallega que soy puedo decir que esta suuuper bueno. Recomiendo preguntar a los camareros que son lo mejor de lo mejor, lo qie hay fuera de la carta porque para mi el plato estrella es el chuleton de ternera!
Todos los productos los traen de galicia y no se puede ir de ahi sin probar el licor café!

Me gusta tener actualizadas todas mis reseñas, así que aquí va una actualización de la del O Barquiño, el gallego más auténtico y dicharachero de toda la ciudad :)
Lo conocí por mis buenos amigos gallegos Andrés y Fran que no paraban de ir todos los fines de semana y donde según ellos se podía comer el mejor pulpo a la gallega de Barcelona, además de que las cantidades que sirven son escandalosas (¡igual que en Galicia!). Si vais no olvidéis pedir licor café para acompañar los postres. Está genial para celebraciones con amigos y siempre podéis cerrar con ellos un menú (desde 20, 25 ó 30 euros y os aseguro que comeréis estupendamente y que no os quedaréis con hambre).
Entre semana, al medio día tienen unos menús completísimos por 10 euros. Los camareros son todos gallegos, bromistas y currantes.
Los fines de semana por las noches tienen espectáculo de coplas en la parte de arriba, muy bizarro todo pero súper auténtico, si vas no te aburrirás. La decoración y los posters de los cantantes de copla de los 80 que hay en las paredes no tienen desperdicio.
A pie de calle hay una pequeña terraza techada con varias mesas donde se puede fumar.
También es un buen lugar donde ver el fútbol aunque aviso que son simpatizantes del Depor y del Real Madrid.
Este restaurante es un «must» en Barcelona.

Recomenable 100×100. Si quieres sentirte en galicia, gastronómicamente hablando, es el mejor sitio de barcelona. El pulpo esta increíble i el lacón también, y el cocido gallego y las gambas al ajillo buenísimos. Vamos, que todo está riquísimo!!!

Impresionante! No hay otra palabra para describirlo. Las tapas todas caseras autenticas y muy ricas. Recomiendo el pulpo, calamares y chorizo gallego. Lo mejor sin duda el ambiente en general. Si quieres un local autentico con especaculo aun mas autentico si cabe tienes q venir. Actuaciones copleras con toque satirico q no dejan indiferente. Los camateros muy autenticos de la escuela de la vieja taberna!

Localizamos en un dia de lluvia este lugar. Curioso donde los haya. Pedimos tapas para compartir y alucinamos de la calidad del menu. Brutal. La proxima menu. La verdad vale la pena acercarse. Un 10 en calidad y precio. Repetiremos

El mejor restaurante-​bar del Raval sin ninguna duda.
Este peculiar local te ofrece menús de comida gallega entre semana por sólo 10euros! Cada día cambian el menú y la verdad es que he ido muchas veces y nunca he probado nada que no me gustara. En carta, tienen un pulpo a la gallega de chuparse los dedos, que se convierte en un plan perfecto de sábado al mediodía junto al vermú que puedes tomar tanto en la barra como en las mesas.
Tienen el mejor licor café que haya probado jamás, y he ido con gente de Galicia que dice lo mismo.
Los camareros se salen, te hacen sentir como en casa! y el ambiente que se mueve allí es de la típica tasca vieja de las que ya no encuentras.
Porcierto. Buenas noticias para los fumadores! y es que una parte del bar es abierto y puedes fumar mientras te tomas tu vermú o caña, e incluso mientras disfrutas de tu tapa.

Menudas joyas de sitios voy encontrando! Y este bar/​restaurante gallego podría ser tranquilamente la joya de la corona!
Descubierto gracias a la celebración de cumpleaños de nuestro galleguiño favorito y sus secuaces, este local consta de dos plantas, la de abajo, con una entrada exterior con mesas y una tv, salón interior con las típicas mesas donde comer el menú diario a 10 €, simplemente EXCELENTE y la sala de arriba para eventos, donde los sábados a la noche hacen actuaciones y todo.
Vale, una vez descrito el local, vamos a hablar de ese señor con bigote, que dice ser el camarero… que hartón de reir, que crack de tio, siempre quedándose con la peña, pero de buen rollo! Sin duda, le da un plus al O’barquiño…junto con el otro plus, la comida. buena, bonita y barata. Recomiendo casi todo, los choricillos, la oreja, la empanada, las gambitas al ajillo, el lacón…y si vais entre semana, el menú es la hostia, con el churrasco como plato estrella.
Aparte, se ha convertido en lugar de culto para mi, donde voy a ver los partidos con mis amigos donde nos ponemos ciegos de comida y… de licor de café!
Viva Carballo carallo!!!

Un lugar único, de esos que cuando los descubres das las gracias porque existan. Del espectáculo de los sábados poco que añadir a lo que ya se ha dicho, si te gusta la copla debes ir al menos una vez en la vida… y si no, también.
La comida esta muy bien, raciones de cocina gallega muy bien preparada a unos precios muy competentes.

Sí. Es tan friki como cuentan. Existen incluso documentales sobre el local, que es un auténtico clasicazo del Raval. Actuaciones esperpénticas pero de lujazo. Las últimas reformas no le han ayudado nada, y ha perdido bastante personalidad, pero sigue manteniendo ese encanto de lo imprevisible y que deja boquiabierto a todos a los que llevas a presenciar un espectáculo por primera vez.

o’barquiño no se puede explicar con palabras…
hay que ir y vivirlo en directo!

Un bar muy recomendable durante la semana, pero de obligada asistencia los sábados a partir de las nueve, cuando tiene lugar uno de los espectáculos más auténticos y entrañables de la noche barcelonesa, y además con tanta diferencia que diría que media hora en éste simpático local ridiculiza toda lo que hayamos vivido en demás bares, dejando en evidencia la poca gracia y espontaneidad que en general se encuentra por ahí. En el piso de arriba de O’Barquiño se juntan estrellas de la copla (Manolo Carrión, Colorines, Pilar Carrión, Antonio de Linares, Pedro Valdivia, Juan de la Cruz, entre muchos otros), ofreciendo un recital inolvidable (interrumpido en ocasiones a las doce por la pesada de la vecina) que a buen seguro deleitará con su arte y buen humor a cualquiera con un mínimo sentido de lo que debe ser un festival de la música y de la risa. En un primer momento es natural reaccionar con asombro al espectáculo y es que nadie nos ha preparado para esto. Posiblemente algunos tilden la representación de esperpento, con lo cual únicamente se delatan a ellos mismos, en su insoportable corrección, quedando, por mi parte, enmarcados definitivamente en la categoría de enemigos. A decir verdad, ni tan siquiera parecía que esto fuera posible. Las perspectivas no eran demasiado halagüeñas hasta hace poco y por lo menos yo empezaba a resignarme a la versión aburrida de salir a tomar una cerveza, esto es: sentarse, sorber del vaso, escuchar a personas hablar de su trabajo o de sus hijos, y otra vez para casa. Pero no. Es posible, todavía, y a estas alturas, pasarlo bien e incluso perder el control de una forma saludable y emocionante, en comunidad, todos juntos con la música, las palmas y el sudor. Grande O’Barquiño, que nos devuelve la esperanza.