Mucho moderneo con coartada rock: Las Guindas es un clásico de la vida ravalera y de la noche barcelonesa en general. Han sido muchas las noches que hemos hecho escala allí para calentar motores con una cerveza bien fría, escuchar rock añejo y enfrentarnos a una noche de peregrinaje callejero. Lo tiene todo: ambientación auténtica –con mucho espíritu rockabilly —, un ambiente genial y perfecta situación: en pleno meollo del pollete nocturno barcelonés y a escasos metros del Apolo. El local tiene esencia de antro aunque no lo es, es enano y se llena hasta los topes siempre. Lo ideal es pasarse por la tarde, cuando incluso puedes sentarte en los sillones del fondo y charlar tranquilamente. Pero claro, para eso ya hay otros locales más tranquilos, Las Guindas hay que disfrutarlo en pleno fin de semana.
Laia O.
Classificação do local: 4 Barcelona
Muy fan de Las Guindas… Cuando puedo entrar, a veces está tan petao que no hay quien entre; pero la experiencia de las noches en las que he podido entrar, o que incluso he llegado a sentarme en las mesas del fondo, es que es un bar estupendo, buena música, sesentera, decoración acorde y clientela divertida y bailonga(todos acabamos en el Apolo 2, o casi todos…) Así que seguiré intentando entrar…
Iban M.
Classificação do local: 4 Barcelona
En mi concepción simplista del mundo, las Guindas son a los modernos heteros lo que la Penúltima a los gays a secas: un punto de encuentro desde el que comenzar la noche. No en vano está privilegiadamente dispuesto, a dos pasos(alguno más) del Apolo. Nos podríamos poner prácticos, que si se peta hasta los topes, que si el pasillo es estrecho, que si a veces cuesta que te hagan caso una barbaridad, que tampoco es el local más barato de la zona. Etcétera, etcétera. Pero, ¿no era eso a lo que veníamos?
Agustín P.
Classificação do local: 4 Barcelona
Las Guindas es otro de los locales a tener en cuenta en la noche barcelonesa. La clave para poder disfrutar de este local es ir a primera hora. A partir de la 1, e incluso antes, es díficil hacerse un hueco, sobre todo si vas en grupo. Las noches de frío en que llevas abrigo, bufanda y guantes(esas pocas noches al año que se dan en Barcelona) la cosa se complica porque no sabes donde dejar todos tus accesorios. El local es pequeño y estrecho. Una barra larga y siempre concurrida flanquea un pasillo que te lleva hasta el fondo donde el espacio se amplía, aunque es complicado encontar asiento en las mesas de atrás. Las Guindas tiene un look retro en tonos carmesí, un mural muy funky y suele progranar sesiones de DJ’s que pinchan música de los años 50 a los 70. La noche de los lunes es feudo de los rockabillys, pero la esencia de este local, lo que lo hace auténtico es el sonido boogaloo. Para mi, además de ser unos de mis bares favoritos, es un punto de encuentro y conexión entre Galicia y Zaragoza. Un secreto bien guardado es que sirven absenta. ¿Todavía no lo conoces?, ¿a qué estás esperando?