Utilísima tienda de comida para llevar, con multitud de opciones, tanto de entrantes fríos como de primeros y segundos platos; pastas, arroces, ensaladas, carnes, pescados, guisos, pucheros… presentarse en La Bona Teca y no encontrar nada de nuestro gusto es prácticamente imposible. Si ocurre así, hay que plantearse si el problema no lo tenemos nosotros. Sus pollos a l’ast también tienen éxito, pero tanta buena fama no es un inconveniente para el cliente. En las horas punta, sobre todo los mediodías de los fines de semana, hay una decena de personas trabajando en el establecimiento: padres, hijos, tíos, primos… toda la familia y más arrima el hombro durante un ratito para que la clientela que llega sea atendida en poquísimos minutos a pesar de encontrar una decena de personas en la cola. Hace unos pocos años vivía muy cerca de la Bona Teca, y hoy es uno de los servicios que más añoro.