Jardí Botànic de Barcelona

Otro «must go» dentro del Parc de Montjuïc. Se trata del Jardín Botánico de Barcelona,​un jardín que tiene especies de otras partes del mundo y que se parecen mucho a las del Mediterráneo (como Australia, Sudáfrica, California o Chile).
La entrada vale 3,50 € (1,70 € reducido). Se puede entrar gratuitamente el primer domingo de mes y el resto de domingos desde las 15h.
Es un lugar absolutamente recomendable.
Cosas a tener en cuenta:
— Se puede venir en coche, en transporte público o caminando. Se encuentra ante uno de los lados del Estadio Olímpico.
— Hay fuentes por el recorrido pero hace mucho calor, así que si lleváis agua la beberéis seguro.
— Imprescindible llevar cámara si os gusta la fotografía.
— Hay bancos para descansar, así que os podéis estar muuuuucho rato disfrutando de este sitio.
— Es accesible para personas con discapacidad
— Vigilar el horario. Cierran a las 19h y no a las 20h como pone en algunos sitios por Internet (como Google)
[CAT] Altre «must go» dins del Parc de Montjuïc. Es trata del Jardí Botànic de Barcelona, un jardí que té espècies d’altres parts del món i que s’assemblen molt a les del Mediterrani (com Austràlia, Sud-​Àfrica, Califòrnia o Xile).
L’entrada val 3,50 € (1,70 € reduït). Es pot entrar gratuïtament el primer diumenge de mes i la resta de diumenges des de les 15h.
És un lloc absolutament recomanable.
Coses a tenir en compte:
— Es pot venir en cotxe, en transport públic o caminant. Es troba davant d’un dels costats de l’Estadi Olímpic.
— Hi ha fonts pel recorregut però fa molta calor, així que si porteu aigua la beureu segur.
— imprescindible portar càmera si us agrada la fotografia.
–hi ha bancs per descansar, així que us podeu estar moooolta estona gaudint d’aquest lloc.
— és accessible per a persones amb discapacitat
— vigileu l’horari. Tanquen a les 19h i no pas a les 20h com posen alguns llocs per Internet (com Google)

You have to grab on w/​both hands and hang on tight to any true joy you can find in a big, stylish yet ugly, industrial yet provincial burg like Barcelona (No soy Espanol, Soy Catalan!!! is the frequently heard lament, but who friggin’ cares??? looks like Tip O’Neil was right: all polictics is local). The garden here is worth a trip, if only for the uphill exercise. I got around this huge city mostly by bicycle, and let me tell you, being from a bike-​friendly mecca like Portland, I was putting my life into my hands continuously!
There are a bazillion bars in Barcelona and that is why so many people in their early 20s travel here and convince themselves it’s such a COSMOPOLITAN and fab place. Let the merits of the Jardi’ Botanic be the perfect symbol of my feelings about Barcelona. I love Spain, and we’ll leave it at that…

The Barcelona Botanic Garden is a botanist’s wet dream. I was expecting a lush garden type setting like the Huntington Garden in San Marino, CA or the large parks found in Melbourne, AU. Instead, I encountered an array of plants planted into 14 hectares of sloping terrain. It happens to be the city’s largest green space but I daresay, it’s not one of the prettiest. Maybe because after trekking to the Mount Montjuic castle, my feet were less than thrilled to be hiking around a botanical garden with minimal shade. Instead of walking like we did, try taking the bus up. The nice thing is that you have a great view of the 1992 Olympic stadium in the distance as well as the National Art museum. Admission is € 3,50 for adults. Free the last Sunday of each month or every Sunday after 3pm. Free with the Barcelona card.

Yo soy de las que tienen plantitas plantadas en el balcón de casa y cuando vienen amigos las enseño orgullosa. ¿Tu eres de estos?
Y…¿Te gusta ir de museos? Has ido a alguno que las piezas estén vivas?
Pues ahora tienes oportunidad de ver plantas mediterráneas de todo el mundo.
A diferencia de otros museos, la colección de plantas está en constante dinamismo. Se ve que cada año se reproducen en los viveros y se plantan en el Jardín nuevas especies.
Yo soy de las que tienen plantitas plantadas en el balcón de casa y cuando vienen amigos las enseño orgullosa. ¿Tu eres de estos?

Santo cielo, que cansado es llegar hasta allí.
Sospecho que es una de las claves del lugar. Es decir, te ha costado, has tenido que sudar, son muchos escalones, mucha gente, y el sol pica lo suyo.
Pero has llegado.
Ahora, disfrútalo, ni que sea por contraste.
Bromas aparte, realmente es una gozada. No tanto por ser lo que es, un Jardín Botánico (ya me perdonarán, pero mis conocimientos en ese aspecto son nulos), como por el sitio en si. Senderos que se adentran en pequeños bosquecitos, aromas semi desconocidos, bancos de madera, humedad, fresco…
Durante las tardes de verano es muy recomendable venir, pues la frondosidad del lugar te protegera del sol de la capital.

Me encantan los jardines botánicos, y este, en su concepto y como muestra del cáracter botánico Mediterráneo, es genial. Pero para mí está creado de una forma un poco fría, demasiado racional y poco lúdica… olvidemos «lúdica» y digamos «estimulante a otros aspectos de la mente y el cuerpo». Como lo es la naturaleza asilvestrada en sí misma.
Hay zonas del jardín que están a punto de parecer un escaparate. Y un jardín es un espacio de aromas, plantas con pinchos, hojas que caen, semillas que vuelan y animales que trepan.
En resumen, para mí está guay, pero poco conectado con su propio espíritu.

El Jardín Botánico está en la curiosa lista de lugares maravillosos infravalorados de la ciudad. Precioso, bien cuidado, lleno de flores y árboles de todos los colores y en una ubicación privilegiada sobre Montjüic con unas vistas impresionantes de el Palau Sant Jordi, la Antena de Calatrava y el resto de la ciudad al fondo.
Para llegar, hay que caminar un poco pero el esfuerzo valdrá la pena porque hoy en día es cada vez más difícil poder estar en lugares así rodeados de naturaleza y total quietud, alejado de los ruidos de la civilización.
La entrada es libre el último domingo de cada mes y todos los domingos después de las 3 de la tarde, así que para un plan diferente y tranquilo de fin de semana, les recomiendo una visita al Jardín Botánico… he perdido ya la cuenta de gente que en principio piensa que es aburrido pero luego que van se enamoran perdidamente del lugar!
En primavera el Jardín cierra a las 7 de la tarde, en verano a las 8 y en otoño e invierno a las 6.

This is one of Europe’s newest botanical gardens, and makes for a very pleasant summer afternoon escape from the frenetic bustle of Barcelona.
The original botanic garden on Montjuïc opened in 1930 is still accessible in parts, but the remodelling of the area for the 1992 Olympics prompted the city to move most of collection to a new garden, which opened in 1999. Focussing on Mediterranean-​climactic flora, it features collections from Australia, South Africa, Chile, the Canaries and the eastern and western Mediterranean.
The garden’s design is deliberately and strikingly modern. With its angular concrete paths, sheet-​steel screening and rhomboid planting beds, it’s the antithesis of traditional English parks and gardens. Whether this works for you is a matter of taste, but there’s no denying that the result is innovative and dramatic.
The plant collections themselves are the highlight, of course, and the Australian and Canarian zones are particularly impressive, with tall palms, succulents, cacti, banksias and other exotics, and some delightful ponds. The Mediterranean zones are (oddly) less appealing, largely because the planting seems to be a bit hit-​and-​miss, and because many of the plants are not yet properly established.
One notable omission is the absence of glasshouses, as the collection is designed for the local climate. But there’s plenty to occupy you for a couple of hours, and you get stunning views of the Olympic Park from various points as you walk around.
Practicalities: The site has lots of car-​parking and is on the TMB Montjuïc Park circular bus route (every 25 minutes). It’s quite a walk from either the cable-​car stations or the metro. The site is on a steep slope, and although the paths themselves are gentle, be prepared for quite a lot of walking once inside. Also bear in mind that the garden offers less shade than more established sites, although the frequent water-​fountains and seats are very welcome. A map and guide leaflet is available in different languages.
The site is suitable for wheelchairs, with a powered one available from the entrance office. Finally, there is no shop or café, but there are several beverage vending machines at the entrance.