Bonsuccés 12

El escaparate es muy curioso y llama bastante la atención, una decena de piernas coloridas como listas para hacer el paso de «New York, New York». Es claramente un negocio para mujeres pero nunca está de más conocerlo para futuros regalos a amigas.
Fue curioso encontrarme con que más que un local tradicional, se trata de una entrada de finca que cuenta con un puestito pequeño en el que atiende una señora mayor.
La señora Monserrat exlpicó que «esta tienda ha sido de mi familia desde que tengo memoria, yo misma empecé a trabajar a los 15 años y ya estoy por jubilarme». Es que las medias han estado siempre en el ropero de nuestras mujeres. Así lo confirmó la dueña que aseguró que las telas van cambiando, pero sólo para amoldarse más a las necesidades actuales.
La oferta es amplia tanto en colores como en diseños y grosor, dependiendo de la época del año y el uso que se le quiera dar.
No le falta mucho tiempo para jubilarse, y al no tener hijos es posible que la tienda desaparezca, así que mejor aprovechar y darse una vuelta lo antes posible.

Ese rótulo salido del rodaje de Bow Up merece que te acerques a curiosear. Medias de colores formando un pantone en el escaparate continuarán alimentando tu sensación de estar ante un lugar 100% sixties. Y poca cosa te hará creer que estás en el siglo XXI excepto los precios que, aunque no son excesivamente elevados, tampoco son los de una multinacional que fabrica en Oriente y vende en el Primer Mundo por dos duros. El género es de buena calidad, no sé si consciente o inconscientemente pero prima la fabricación nacional, la dependienta es una señora de las de toda la vida (con todo lo bueno que eso conlleva) y el local es un portal. Y ahora dime que prefieres ir a comprarte esas medias color burdeos con costura trasera y cintura baja a H&M…

La muerte viste en sucesivo monocromo.
La marca del asesino: media de color alrededor del cuello estrangulado.
El morado combina con todo.